El centro de la agenda local sigue siendo lo que pase ahora en el Senado con la reforma al Poder Judicial. En esta etapa parlamentaria, la gran responsabilidad del entorno económico del país está en manos de 128 personas. Salvo Morena y sus aliados, hay preocupación y mucha tensión. Salvo los alineados de siempre, no he oído o leído un especialista, una calificadora, un analista o un independiente declarar a favor de la reforma. Y es por ello que los indicadores en México —principalmente el tipo de cambio— lo resienten.
Esta semana también se publicó la inflación que, de nuevo, salió mejor a lo esperado. Eso ayuda a seguir justificando las bajas que ha realizado el Banco de México (incluida la próxima, que será el 26 de este mes) después de la Reserva Federal, que tomará su decisión el próximo 18 de septiembre.
Y hablando del banco central de Estados Unidos, hay que decir que está a la espera del dato de inflación, que se publicará el miércoles, para también evaluar si bajará la tasa de interés 0.25 o 0.50 por ciento. Ahí el gran debate es que si la baja 0.25 por ciento, será un momento oportuno y ordenado para iniciar un proceso de bajas, poco a poco y sin precipitarse. De ser así, estará actuando oportunamente, haciendo lo correcto. En cambio, una baja de 0.50 por ciento puede ser interpretada como que está actuando tarde, metiendo el freno con todo, evidenciando que una recesión o desaceleración mayor es muy probable. De ahí que el escenario más favorable sea el primero.
También esta semana es importante para Apple, pues la compañía dará a conocer su nuevo modelo de teléfono (el iPhone 16), así como otros dispositivos.
Por su parte, en Europa toca decidir sobre política monetaria. Es probable que el Banco Central Europeo baje de nuevo la tasa 0.25 por ciento. Parece que la trayectoria de la inflación allá también es favorable.
Además veremos el primer debate entre Kamala Harris y Donald Trump, un encuentro fundamental para la elección que está a la vuelta de la esquina. Veremos si Harris puede consolidar la pequeña ventaja que le lleva a su adversario, o si Trump le da la vuelta a un proceso que está muy cerrado.
Lo geopolítico sigue tenso y sin avances. Los conflictos ahí están y no mejoran, pero tampoco han empeorado. Una lástima.
Parece que el entorno económico global es razonablemente bueno, mientras aquí estamos pendientes de las reformas para ver, a partir de ahí, cuál será nuestro desempeño. Imposible desligar lo político de lo económico.