La semana pasada siguió con sorpresas de bancos en problemas. La situación y las causas de cada uno son distintas. El colapso de Signature obedece a temas relacionados con crypto y la plataforma fallida de FTX. Silicon Valley Bank, la poca diversificación de su pequeña cartera de crédito y malas decisiones en inversiones (por cierto, First Citizens Bank se va a quedar con este banco).
First Republic ha tenido ya un primer paquete de rescate por 30 mil mdd como préstamo de los grandes bancos y puede requerir un segundo paquete cuyo tamaño aún se desconoce. Credit Suisse —que ya arrastraba muchos problemas— tuvo una fuerte reestructura, redujo de forma drástica su presencia en muchos países y realizó despidos masivos. Ni así lo logró.
Este banco suizo fue adquirido por otro del mismo país: UBS. Y a esta lista hay que agregar que la semana pasada hubo un contagio de miedo con el banco alemán Deutsche Bank, que tuvo una caída importante, detenida solo después de que su director general y el primer ministro alemán aclararan que el banco no tiene problemas y que además ha rentabilizado su operación. Mucho de lo que cayó ya se recuperó, y parece que de verdad Deutsche Bank está sólido.
Sigue el debate sobre si deben aumentar el seguro de los depósitos por 250 mil dólares que otorga el FDIC (el IPAB estadunidense). Yo creo que debe seguir igual para concientizar a los inversionistas de no dejar su dinero, al menos más de esa cantidad, en bonos de ese banco o en chequeras. Para eso está el mercado y las posibilidades de diversificar en deuda gubernamental (bonos y acciones) son infinitas.
La semana pasada muchos bancos centrales subieron la tasa de interés, como el canadiense y el Banco de Inglaterra, así como la Fed, que llevó a la tasa de referencia a 5%. A mi juicio, la Fed hizo bien en elevarla y seguir luchando contra la inflación a pesar de los diferentes casos de bancos con problemas. Ahora pensamos que volverá a subir 0.25% en mayo y hará una pausa para luego analizar cuándo se puede empezar a bajar, siempre y cuando la tendencia bajista de la inflación continúe. En esto último sí ha permeado la crisis de confianza en el sector financiero, que lleva a la Fed a ser menos agresiva.
En México la inflación sigue cayendo y la cifra anual ya está en 7.14%. La trayectoria ha sido a la baja y aunque el Banco de México puede hacer pausa y no subir el próximo jueves, la mayoría de los analistas esperan que aumente otro 0.25% para que la tasa de referencia llegue a 11.25%. Con ello podremos ver de nuevo una apreciación que lleve al dólar a niveles de $18; e incluso, de manera temporal, rompa la barrera de los $18. Insisto, con visión de largo plazo este precio de la divisa y la adquisición de acciones cuyo precio está muy por debajo del que llegaron a tener es una estrategia que no va a fallar. A corto plazo, aprovechar la coyuntura de las tasas altas en nuestro país no es una mala estrategia.