El pleno de la cámara de Senadores dio trámite a una iniciativa previamente acordada en la cámara de Diputados; se logró, como era de esperarse, la mayoría calificada y se aprobó la reforma que transfiere el mando de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional. Así, estará bajo el fuero militar y realizará trabajos de coordinación y colaboración de seguridad con autoridades estatales y municipales.
La Suprema Corte de Justicia continúa en su enfrentamiento contra el Poder Legislativo y el Ejecutivo, particularmente por el asunto de la Reforma Judicial que afecta directamente a su estructura orgánica y termina con los privilegios que mantenían, sobre todo los ministros.
Y a pesar de diversas resoluciones violatorias de la Constitución y las leyes, para disfrazar desacatos judiciales al oponerse a la Reforma Judicial, que la Suprema Corte quiere hacer valer de manera tangencial, manifestando que el presidente López Obrador es quien incurre en desacato al incumplir esas resoluciones, y amenaza con destituirlo y detenerlo.
Pero el Poder Legislativo y el Ejecutivo consideran que éstas resoluciones contra leyes y reformas aprobadas son contrarias a Derecho y han decidido no tomarlas en cuenta, por lo que según la Suprema Corte desacatan las determinaciones judiciales. Pero parece que la SCJN también entra en una especie de desacato que, de acuerdo con la RAE, es sinónimo de rebeldía o desobediencia. Es lo que hace la corte con los cambios constitucionales del congreso, usando resoluciones inconstitucionales, ilegales y amenazantes; es decir, existe una especie de duelo de desacatos.
La Suprema Corte ha encontrado una manera de atacar la reforma al Poder Judicial: simplemente pide al pleno de la misma que resuelva si procede la controversia en contra, tratado de encubrir su desacato con una resolución colegiada. En su lógica no importa lo que establezca la Constitución o las leyes y simplemente con que el pleno de ministros lo avale es suficiente. Pero además ¿quién va a detener al Presidente de la República? Esa orden configura un golpe de estado, lo cual sería grave para la SCJN, pues Morena tiene la mayoría calificada para destituir ministros y demás complotistas, solo para empezar, así que no deberían rascarle al tigre.