En el enfrentamiento iniciado entre el Poder Judicial encabezado por Norma Piña en contra del Poder Ejecutivo encabezado ahora por Claudia Sheinbaum y el Poder Legislativo integrado por la Cámara de Diputados y la de Senadores, el PJF pretende dominar a los otros poderes, tomando decisiones que buscan subordinarlos. Esta forma de comportamiento podría encuadrarse como un neocaudillismo judicial.
El caudillismo se ha dado durante largos periodos en la historia de casi todos los países de América Latina, y en algunos casos desembocó en dictaduras.
Los caudillos, son personas que han adquirido poder por cualquier medio, particularmente con apoyo militar interno o externo y normalmente asociado al poder real o a poderes informales, que les proporcionan una mayor fuerza, tal que les permite imponerse al resto de los poderes. Otra condición es la debilidad de los otros, o la falta de energía para responder.
En la actualidad el neocaudillismo en su expresión judicial es una forma del poder que, dadas las condiciones, le permite subyugar al resto de los poderes ante la falta de respuesta de estos, que no son capaces de oponerse convenientemente a las acciones del poder subyugante. En este caso el neocaudillismo Judicial se sitúa convenientemente para desafiar a los otros dos, intentado imponer su proyecto político y mantener sus privilegios; de someter con acuerdos colegiados, con una capa de supuesta legalidad, al Legislativo y al Ejecutivo, situándose muy cerca de un golpe de estado judicial. Su único problema es que no cuentan con el respaldo de las fuerzas armadas, que se mantienen leales al Ejecutivo.
Todo esto se desprende de que los ministros de la Suprema Corte concentran mucho poder, toda vez que sus decisiones y sus interpretaciones legales no tienen contrapeso y deciden con gran ligereza. Así los ministros se sitúan no solo por encima de la ley, sino que ellos son la ley.
El único contrapeso podría ser la respuesta enérgica de los otros poderes, utilizando los recursos a su disposición, enderezándoles un juicio político a fin de destituirlos o de plano hacerles cargos penales y que sus acciones tengan consecuencias.