Algo que distingue a este nuevo sexenio es que nunca los partidos políticos de oposición han estado tan mal, derivado de su ineptitud, arrogancia y falta de proyecto, así como por las fracturas internas y externas y por mantener dirigentes asociados a la corrupción.
Por si esto fuera poco, en este nuevo sexenio la oposición tendrá que enfrentar a una presidenta poderosa con una gran capacidad de interlocución, pues cuenta con las mayorías necesarias en las cámaras y con el apoyo y respaldo de las grandes mayorías del país.
Quizás el más grande handicap que Claudia Sheinbaum debe superar es que la gente espera mucho de ella, pues ha generado grandes expectativas pero hay que tomar en cuenta que el país no tiene la capacidad de transformación necesaria para que en este sexenio la economía tenga un gran crecimiento, muy por encima del promedio sexenal de los últimos periodos presidenciales, además consideremos el entorno hostil y proteccionista norteamericano, ante los problemas del dólar, las guerras y los intereses imperialistas que nos obstaculizan impidiendo realizar los cambios de fondo en lo material y en lo social
La constitución y la ley del Banco de México aún tienen que modificarse para que el país no siga dependiendo de los migrantes y que el banco no utilice mecanismos neoliberales para controlar la inflación, sacrificando el crecimiento económico, también sacar al petróleo del presupuesto y reducir el peso de la deuda, para mejorar la distribución del ingreso y el crecimiento del producto nacional.
Que los extranjeros no puedan poseer más de cincuenta por ciento de la participación accionaria de las sociedades a las que pertenezcan y que los bancos no cobren intereses leoninos al crédito, lo cual reduce el consumo, y bajen sus cuotas por servicios. Incluso habría que recuperar Banamex, pues ya basta de que el sistema bancario sea extranjero.
Hay que fortalecer la capacidad de compra, pues simplemente subir el salario sin otras medidas no sirve ante el incremento de los precios, los que deben controlarse aumentando la producción mediante la sustitución de importaciones, no elevando los intereses bancarios.
Con gran rapidez, apenas Claudia Sheinbaum rindió protesta como presidenta de la República, la zopiloteada chayotera hizo su primer vuelo de prueba y se le fueron encima alegando incertidumbre y demás justificaciones, pero ella no sólo es una mujer conocedora de la política sino una persona muy inteligente que seguramente conducirá con mano firme y segura los destinos del país.