El cine de mafiosos y su versión contemporánea, las series, son siempre la historia de una caída. De Michael Corleone a Tony Soprano, el gánster provoca una mezcla sofisticada de emociones: una atracción culposa por esa personalidad magnética construida en la inmoralidad, un desconcierto porque hasta el mal-mal admite matices, invita a entenderlo, tiene zonas de gris. Pero al final predomina la náusea. El mafioso camina siempre hacia la oscuridad. Puede morir asesinado, o solo y viejo, o, como Tony, pidiendo unos aros de cebolla en la cena familiar, pero solo después de asesinar a sus amigos, amenazar a sus amantes y engañar a sus aliados. Sí: el cine y la tele de mafiosos son siempre una tragedia. El camino hacia tu destino.
Como lo es Peaky Blinders, que acaba de regalarnos su quinta temporada. Estrenada en 2013 gracias a la BBC, la serie se centra en los Shelby, familia gitana que controla las calles de Birmingham, y particularmente en Thomas, el líder, que cumple con la norma: su trayectoria va de las apuestas de caballos y el contrabando, con abundantes muertes en el camino, a un intento de legitimación del negocio que incluye la constitución de empresas formales y sobre todo su entrada a la política, como, faltaba más, un “socialista”. Ahí lo encontramos en esta temporada, que arranca con la crisis del 29 y pone a su protagonista en una crisis personal que amenaza con destruirlo; una crisis, sí, de teatro shakespeariano y hasta griego, hecha de culpas, soledad en el trono, melancolía, adicciones.
Televisión inglesa de alta escuela, oscilante además entre el drama familiar, el género de espías y el retrato histórico (pasan por aquí Churchill, infiltrados soviéticos, el Ejército Republicano Irlandés), Peaky Blinders se confirma como una obra maestra por la escritura y desde luego por las actuaciones (la de Cillian Murphy como Thomas es brillante, y otro tanto la de la gran Helen McCrory como la temible y sexy Polly). Déjenlo todo y usen el fin de semana para verla.
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Peaky Blinders se ve en Netflix. Hay temporada 6 en camino, pero empieza a rodarse en 2020, y el tiempo vuela, sí, salvo para el adicto que espera una dosis. Se rumora que sumarán a Julia Roberts.
@juliopatan09