Adaptándose a la nueva realidad de la televisión y reconociendo su necesidad de alcanzar mayor escala para competir con Netflix y otros gigantes de streaming, Televisa aceptó el martes fusionarse con Univisión. Aunque la combinación de las dos cadenas de habla hispana más importantes de México y Estados Unidos hace mucho sentido y se viene rumorando desde hace tiempo, el reto que enfrentará será enorme.
El negocio de streaming es un negocio de escala. Para ganar dinero hay que llegar a millones de clientes dispuestos a pagar una suscripción mensual. Netflix cuenta con más de 200 millones en todo el mundo, Amazon Prime con más de 150 millones y Disney+ con más de 100 millones. El problema es que para conseguir clientes hay que ofrecer contenido de calidad —ya sea comprado o producido— y eso cuesta muy caro. Se estima que este año los servicios de streaming en conjunto gasten 112 mil millones de dólares en contenido; tan solo Netflix tiene pensado desembolsar 19 mil millones de dólares.
Central a la estrategia de combinar Televisa con Univisión es el lanzamiento a principios de 2022 de un nuevo servicio de streaming dirigido al mercado de 600 millones de hispanoparlantes en todo el mundo, un segmento desatendido. La nueva empresa, la cual se llamará Televisa Univisión, tiene varios elementos para ser exitosa: gran experiencia, conocimiento del cliente y una vasta biblioteca de popular contenido, entre otros.
Pero no será fácil. Para que el nuevo servicio de streaming alcance la escala necesaria, Televisa Univisión tendrá que estar dispuesta a perder mucho dinero en un inicio. Con todo y que ambas empresas son las más grandes en sus respectivos mercados, su tamaño palidece en relación con el de sus competidores. Netflix, por ejemplo, vale 34 veces más que Televisa. Disney, 49 veces más. Estas empresas ya generan contenido dirigido al mercado hispano y están atacando el mismo mercado objetivo.
Aun así, la fusión es una excelente movida por parte de Televisa. Lo que está fusionando con Univisión es solo su negocio de contenido, cuyas perspectivas eran poco prometedoras dentro del conglomerado mexicano. Pese a los grandes retos que menciono arriba, al juntarlo con Univisión se coloca en una mejor posición para competir en streaming contra los demás colosos. Se queda con 45% de la nueva empresa y recibe mil millones de dólares para pagar deuda.
Además, Televisa conserva el ciento por ciento de su negocio de cable, que desde hace tiempo aporta la mayoría del flujo de la empresa y que cuenta con buenas perspectivas de crecimiento. También mantiene al Club América, el Estadio Azteca y otros inmuebles, y los dueños se quedan con la división de noticias.
El mercado comparte mi entusiasmo con la operación: las acciones de Televisa se dispararon 22% ayer. No la tiene nada fácil Televisa Univisión para competir con Netflix, pero al escindir su división de contenido y enfocarse en el negocio de cable, Televisa ha hecho una movida maestra. _
Julio Serrano Espinosa
juliose28@hotmail.com