Tal vez lo más preocupante de la reforma al poder judicial que se está planteando es que al público en general no le preocupa. No han entendido el impacto que tendrá en la vida de todos cuando los jueces no sean capaces y las leyes puedan ir contra la Constitución,
Tengo en mis manos el dictamen de la comisión de puntos constitucionales a la iniciativa con proyecto de decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia de Reforma del Poder Judicial. En su texto hay varios puntos que me parecen preocupantes y no quiero decir con esto que no habría cosas urgentes que mejorar en el Poder Judicial, pero definitivamente no así. El día de hoy, con las con las cosas como están, para elegir un ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el Presidente de la República manda una terna al Senado para que por mayoría calificada se designe al Ministro, si el Senado no designa o si la rechaza dos veces, entonces el Presidente tiene la facultad de nombrar a quien quiera, esto lo acabamos de vivir en la última designación y tenemos una Ministra que más bien es activista política y no le entiende bien a los trabajos de la Corte. ¡Claro que esto tendría que reformarse! No es posible que tengamos personas que por años esperan sus sentencias.
Al leer el dictamen me preocupan varias cosas de forma y de fondo. Me imagino que, para buscar proponer a los mejores perfiles, a los más capaces se establece el filtro de haber sacado un promedio general mínimo de 8 en los estudios y tener 9 en las materias relacionada con el cargo al que se postula. Considero que este parámetro es totalmente ineficaz, la calificación obtenida en la universidad es tan relativo, porque no todos los aspirantes se someten al mismo evaluador, se puede haber tenido un maestro totalmente barco que repartió dieces sin problema como se pudo haber tenido un maestro que decidió ponerle 8 a todo el grupo, (Los dos casos los he experimentado en mi vida de estudiante).
Sigo con las preocupaciones al ver que, si los aspirantes calificados exceden los espacios considerados para contender en la elección, el proceso para ajustar la lista será la tómbola.
De las cosas más preocupantes y que ha recibido la menor cantidad de reflectores es la modificación a las controversias constitucionales y a las acciones de inconstitucionalidad, que son medios de control constitucional para frenar las iniciativas de ley que vayan en contra de la Constitución. En la forma que las proponen, se vuelven mecanismos de mero adorno, les quitan toda su eficacia y entonces cualquier ocurrencia de ley que saquen, aunque no respete la Constitución, va a tener efectos y será aplicable, con esto nos despedimos de la garantía de aplicación de la Constitución, y pues que Dios nos Ampare porque el Poder Judicial ya no lo hará.