Hoy las feministas estaremos en primera plana de las noticias internacionales. Salimos a marchar las mujeres del mundo.
¿Tú qué piensas de ello?, ¿has asistido a una marcha feminista?.
En una cultura generalizada, surge la reflexión de que si marchamos somos unas exageradas, si bailamos somos unas ridículas, si pintamos edificios de gobierno somos unas vándalas, si usamos nuestro cuerpo como territorio político somos unas -feminazis- (pero NO nuestro cuerpo en la revista y el porno porque ahí es su objeto de consumo).
Nos ha quedado claro que lo que incomoda es que queramos ejercer nuestra ciudadanía.
Esa loca idea de vivir libre de violencias, atrevido cuestionamiento de hacer visibles los privilegios que siempre han sido a costa de la calidad de vida de nosotras, ese grito de no querer asesinada como lo son 11 mujeres cada día por el hecho de lo que significa ser mujer.
Hoy vengo a recordar que; histórica y conceptualmente la protesta social es una acción de carácter disruptivo, adquiriendo visibilidad pública en donde generalmente se sostienen demandas y/o oposición a gobiernos o empresas.
Al salir a las calles nos estamos apropiando del derecho a la protesta como un mecanismo de participación ciudadana y reclamamos el espacio público del que se nos ha desterrado.
Creamos acciones colectivas de resistencia desde el feminismo para defender y exigir nuestros derechos; cobijadas del derecho humano de la libertad de expresión, libertad de reunión y el derecho de participación y petición.
Cuestionar una normalidad establecida siempre ha incomodado y cuando se trata de feminismos hemos visto que ha llevado a que sean las marchas donde más despliegues policiacos existen; hablando de Torreón, parece ser que en este año electoral el lema de “orden y respeto” estancará el que ocurran amenazas como en otras ciudades.
Mientras tanto, a las feministas nos queda claro que: “Nunca más tendrán la comodidad de nuestro silencio”.
Seguiremos marchando por las que ya no están, por todas nosotras y las que vendrán. “Vivas, libres y en dignidad nos queremos”.