¿Cuántas y cuántas veces vemos a personas cabizbajas, tristes, con ansiedad o solitarias y pensamos que esto forma parte quizá de su personalidad?
Sin darnos cuenta que nosotros mismos en algunas ocasiones hemos estado hundidos en ese mismo sufrimiento. El sufrimiento es una serie de emociones o estados que afectan a todos los seres humanos, aunque no de igual manera puesto que ninguna persona reacciona igual ni piensa como las demás personas.
Pero ¿por qué el sufrimiento afecta a unos más que a otros? Demasiados factores influyen.
La habilidad de una persona de responder positivamente ante los problemas que se presentan en su vida es algo muy importante, porque el sufrimiento, se origina principalmente por la reacción del individuo ante los hechos, y no por la realidad, esto demuestra que el sufrimiento se encuentra en la mente, y no en lo que acontece.
Pongamos un ejemplo: Si una persona se toma cinco días de vacaciones en la playa y no le toca ninguna jornada soleada, es posible que experimente sufrimiento o enojo. Dicho malestar no estará producido por la condición climática, sino por su reacción ante las expectativas frustradas.
Esto me recuerda una frase de un físico alemán muy influyente hasta nuestros tiempos, Albert Einstein: “El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional”. Y en verdad que tenía razón. El dolor es algo que el ser humano carga de forma inherente en su naturaleza, algo inevitable, pero la forma de reaccionar, el superar y tomar de forma positiva, enfrentando los hechos con fortaleza, es una decisión propia y algo en lo que todos debemos mejorar.
La Cámara Nacional de la Mujer, realizó una encuesta a personas de 15 a 60 años, y todos comentaron haber pasado por dolor en alguna etapa de su vida, y en la cual sintieron el abandono de sus queridos, por otro lado también comentaron que muchos familiares les comentaron que querían llamar la atención.
Es muy importante apoyar a todas aquellas personas que atraviesan por alguna etapa de sufrimiento ya que en ocasiones esto puede desencadenar en generarse daños a sí mismos, llegando a veces al borde de la muerte.