Verificar no es limpiar

  • ¡Ahí Les Voy!
  • Leonardo Schwebel

Jalisco /

Primero que nada, hay que dejarlo claro: nadie tiene derecho a contaminar, y cuando digo nadie, es nadie. No importa si se trata de quien usa un vehículo, una industria, o una ladrillera; el derecho a moverse no incluye el derecho a ensuciar el aire que respiramos todos.

Segundo punto: afinar no significa dejar de contaminar. La verificación vehicular es solo una parte del problema, no la solución completa. La contaminación es un fenómeno mucho más amplio, y reducirlo al motor del coche es una forma de simplificar lo que en realidad es una crisis ambiental.

Tercer punto: la verificación debería ser total. No todos los contaminantes se miden ni se controlan. Si de verdad queremos aire limpio, entonces hablemos de una verificación integral: del agua, de las emisiones industriales, de los hornos ladrilleros, del manejo de residuos y hasta del transporte público. Porque la contaminación en el área metropolitana de Guadalajara no solo se genera por los autos, también por cómo estamos organizados, por nuestra geografía, y por la falta de control en otras fuentes igual de graves.

La discusión no debería centrarse en si se debe o no verificar un auto, ni en quién está a cargo del programa, sino en algo más profundo: ¿de verdad nos importa el medio ambiente?

Porque mientras se discute quién debe pagar o quién se exenta, seguimos respirando un aire cada vez más sucio, y se siguen permitiendo afectaciones al entorno en nombre de la comodidad, del dinero o de la indiferencia.

El problema no es la verificación: es la hipocresía ambiental. Nos quejamos del humo del vecino, pero dejamos que las industrias operen sin filtros, que los arroyos se llenen de basura y que el transporte público siga echando nubes negras. Queremos respirar limpio, pero vivimos sucios. Pedimos sanción al automovilista, pero hacemos como que no vemos a los que contaminan a gran escala. Ese doble discurso es lo que verdaderamente asfixia.

Y mientras usan el tema como bandera política el aire es cada vez más pesado y los ríos están muertos.

No se trata de pasar una verificación, sino de pasar la prueba más difícil: la de nuestra conciencia colectiva. Porque si no cambiamos el fondo, seguiremos pintando de verde lo que en realidad está podrido. 


Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.