No se trata de repudiar a los famosos, sino reflexionar en la importancia que damos a figuras públicas en relación con gente que arriesgó la vida por los demás y lo sigue haciendo en esta pandemia que no ha terminado, aunque las restricciones de confinamiento bajen poco a poco.
Lo incómodo fue ver que muchos de ellos viven en una burbuja sin saberlo. Entiendo que quizá es lo único que saben hacer, entretener, pero existen maneras de apoyar no solamente alimentando su ego y no solo cantar "Imagine", si muchas gracias por nada.
Algunas celebridades de Hollywood optaron por hacer algo más productivo, emisiones para recabar fondos, logrando ambos cometidos, generar contenido nuevo, hacernos reír o disfrutar de reencuentros del elenco de series de televisión o películas clásicas para despejarnos un poco mientras existe la opción de donar en sus videos. Un caso particular que cerró mi boca criticona fue Lady Gaga realizando el concierto One World en el cual, si bien las donaciones eran bienvenidas, ella se había encargado previamente de recaudar fondos entre sus compañeros, dejando la velada solo para disfrute del televidente. Otro ejemplo con dos caras de la moneda fue por un lado Tom Hanks y Rita Wilson, dos rostros conocidos que le dieron imagen a un virus que muchos aun no creían. Fueron discretos en su mensaje y respetuosos con aquellos otros contagiados. Por otro lado Idris Elba propuso hacer una semana de cuarentena al año para recordar la ocasión, lo cual se volvió viral de manera negativa, evidenciando sus pies muy lejos de la tierra. Quizá su intención era noble pero las palabras lo traicionaron. Y no, no es una obligación que las celebridades donen sus dinero, trabajo les ha costado para mantener sus mansiones y autos lujosos, pero tampoco era lo indicado decir que “estamos en el mismo barco” cuando evidentemente no es así.
Si bien perdieron meses de grabaciones se recuperarán sin problema, cuando gente perdió la vida, un ser querido o el empleo en esta temporada. Estamos en la misma tormenta, no en el mismo barco. En el terreno nacional también hubo mensajes similares, como la actriz fitness insoportable que ni siquiera vale la pena escribir su nombre para promocionarla, pero cuyo enfermizo discurso de salud barato evidencia que solo le interesa seguir ganando dinero a costa de menospreciar a los demás. Cambios de vida y hábitos, pérdidas irreparables nos deja esta temporada, con la consigna de no bajar la guardia. Sobre las celebridades: hay que verlas como son, ni autoridades sanitarias e incluso muchas de ellas ni siquiera modelos a seguir.