¿Disney podrá mantener el camino correcto para una nueva fase del Universo Cinematográfico de Marvel?, fue la pregunta que muchos nos hicimos tras el cierre de Los Vengadores con Endgame, pero quedó resuelta con un determinante sí después de ver Spider-Man: Lejos de casa.
La cinta dirigida por Jon Watts cierra la tercera etapa de esa serie de películas de una manera bastante equilibrada por su trama y efectos especiales, sin dejar de lado las actuaciones y el orden cronológico que representa.
Como ya muchos sabemos el filme transcurre poco después de los hechos ocurridos en Endgame y donde vemos a Peter Parker (Tom Holland) tomar unas vacaciones que terminarán por convertirse en el reto más grande en su carrera como Spiderman, pero más importante aún como el cierre de un duelo por la muerte de su mentor Tony Stark.
El antagonista de esta ocasión es Mysterio (Jake Gyllenhaal) que no nos decepciona en su papel del amo de los engaños, pero sobretodo su incursión y orígenes para la trama están bien armonizados con las cintas previas que conocemos de Iron Man.
Aquí es donde los efectos especiales son el aderezo principal y que nos hacen remontarnos a lo que mucho nos impresionó hace unos años con Doctor Strange.
También destaca mucho la participación de un viejo conocido en ese universo cinematográfico: Nick Fury (Samuel L. Jackson), quien en la escena postcréditos confirma la sospecha que muchos tenemos de él en el transcurso de la película.
Parece que el Universo Cinematográfico de Marvel goza de buena salud después de su película número 23 y de entrada ya puede añadir por lo menos un par de cintas más.
Descrito lo anterior, le resumo que no debe perderse Spider-Man: Lejos de casa y, que sin duda después de su antecesora Endgame, ya es la mejor cinta de superhéroes del año.
Para tomar en cuenta: mañana el Museo Arocena, a través de su programa CuadroXCuadro, volverá a exhibir la selección de cortometrajes ganadores del 16 Festival Internacional de Cine de Morelia. La cita es a las 18:00 horas con entrada libre.