Si usted vive en México seguramente ya escuchó que las elecciones del próximo 6 de junio son las más importantes de la historia reciente, sin embargo quizá poco sepa de lo que está en juego en su territorio y lo que implican estos comicios.
Por eso en esta ocasión me propongo mostrar una panorámica de Coahuila al respecto.
Hay que recordar que en el pasado las intermedias federales no causaban revuelo en entidades como esta, pero tras la última reforma electoral pasamos de nada más elegir diputados federales a incorporar la renovación de las 38 alcaldías.
La participación copiosa está garantizada en apariencia, pues siempre cuando los coahuilenses deben elegir a sus gobernantes más cercanos existe un mayor interés y para muestra que los registros dan cuenta de que más del 60 por ciento salen a emitir su sufragio.
Sin embargo, faltaría considerar el desgaste en el electorado que le dejó la elección del año pasado en que fue renovado el Congreso Local y donde siendo realistas la ciudadanía poco participó porque no se sintió identificado por ninguno de los aspirantes.
No es ningún secreto tampoco la falta de interés que hay por la renovación de puestos legislativos, aunque en teoría debería ser al revés por el enorme poder que tienen para definir presupuestos y leyes que están por encima de cualquier municipio.
En esta ocasión hay una mezcla: las autoridades municipales que afectan o benefician de manera más directa al ciudadano, así como quienes deben servir de contrapeso o apoyo al Poder Ejecutivo Federal.
De regreso al interés particular por Coahuila en las elecciones intermedias federales no había mayor sorpresa, pues el Partido Revolucionario Institucional y sus fuerzas políticas aliadas lograron el famoso carro completo en los siete distritos.
En esta ocasión esa fórmula podría cambiar por la mayor participación prevista, aunque será interesante saber en manos de quién caerán esos puestos.
En 2018 cuando se renovaron por última vez las alcaldías, el Congreso de la Unión, el Senado y la Presidencia de la República el gran perdedor fue el tricolor, el PAN retuvo municipios importantes como Torreón y Monclova, mientras que Morena conquistó por primera vez cuatro municipios, entre ellos Matamoros y Francisco I. Madero que fueron bastiones priistas históricos.
Lo relevante en esta elección considero que estará en el premio y castigo, es decir, el partido que a criterio de la ciudadanía lo hizo bien mantendrá el poder y de lo contrario va perderlo.
Desafortunadamente el pragmatismo político estará también presente en muchas candidaturas y la ciudadanía debe ser reflexiva en ese aspecto, aunque eso es un tema para una próxima colaboración.
@luisalbertolo