En los últimos años, los químicos eternos también conocidos como PFA’s (siglas en inglés de “sustancias perfluoroalquiladas”) han estado en el centro de una creciente preocupación mundial.
Estos compuestos, ampliamente empleados en la industria para fabricar productos resistentes al agua y a las manchas, como sartenes antiadherentes, ropa impermeable y envases de comida rápida, han demostrado ser extremadamente persistentes en el medio ambiente y en el organismo humano.
Los PFA’s no se degradan fácilmente y pueden acumularse en el agua potable, el suelo, los alimentos y, finalmente, en nuestro cuerpo.
Diversos estudios han señalado que la exposición prolongada a estos químicos puede estar relacionada con problemas de salud como cáncer, enfermedades hormonales, daños hepáticos y afectaciones al sistema inmunológico.
Por eso, su presencia en el agua potable representa una amenaza silenciosa pero grave para millones de personas.
Hasta ahora, los métodos tradicionales para purificar el agua, como el filtrado convencional o la cloración, han resultado insuficientes para eliminar los PFA’s.
Esto ha motivado a la comunidad científica a buscar soluciones innovadoras y efectivas.
Recientemente se anuncio, que investigadores de la Universidad de Bath han creado monolitos con infusión de cerámica capaces de eliminar eficazmente estos químicos persistentes del agua.
Estas estructuras impresas en 3D actúan como imanes para los PFAS, capturando y reteniendo estas moléculas dañinas.
En tan solo unas horas, pueden eliminar hasta el 75% de estos contaminantes del agua.
Este avance representa una luz al final del túnel para comunidades afectadas por la contaminación química.
Aunque los detalles técnicos aún se están evaluando y perfeccionando, el material ha mostrado una alta capacidad para capturar y descomponer los PFA’s, superando las tecnologías existentes.
Además, su aplicación podría ser sencilla y económica, lo que abre la puerta a su implementación en plantas de tratamiento de agua a gran escala y también en sistemas domésticos.
En nuestro país, donde el acceso al agua potable sigue siendo un reto para muchas comunidades, el problema de los PFA’s podría agravarse si no se toman medidas urgentes.
La adopción en Mèxico de este nuevo material, podría marcar la diferencia entre una generación expuesta a riesgos químicos y una que crece saludable y protegida.