La reforma energética debe analizarse

  • Mundo Industrial
  • Luis Apperti

tampico /

Sin apartarnos del tema de la tecnología, hoy es imperativo abordar un tema de políticas públicas; la reforma energética enviada por el Presidente al Congreso debe ser analizada con mucho detenimiento y con visión de futuro.

De aprobarse, esta reforma va a llevar al país a un ostracismo eléctrico que va a afectar a todos los sectores que tienen que ver con las tecnologías en desarrollo. Nos guste o no, México ya está inmerso en una economía globalizada, en donde incluso existen compromisos puntuales escritos en los apartados de los diversos tratados de libre comercio que como país hemos firmado a lo largo de años.

La plataforma productiva en la que muchos países están invirtiendo y desarrollando, es una plataforma de energías limpias y renovables, que además contempla crecimientos importantes en términos de generación.

En este momento, pretender llevar a México hacia un retroceso, que además incluye la cancelación de elementos tan importantes y avanzados como los Certificados de Energía Limpia (CEL) se antoja retrograda y sin sentido.

Desaparecer entes reguladores como la CRE y la CNH presupone un interés oscuro de regresar a monopolios obsoletos e improductivos totalmente.

El simple anuncio de dicha reforma pone en riesgo y genera gran incertidumbre sobre inversiones en proceso y qué decir de las que están en estudios preliminares; pareciera que la meta es desincentivar la llegada de dichas inversiones.

Hemos sido testigos del crecimiento exponencial que se ha logrado gracias a las nuevas tecnologías, estas como mencionamos antes, tienen implícito el uso masivo de energía y esta, con una gran exigencia de que sea limpia y renovable.

Hay estadística muy clara que muestra que las eficiencias y volúmenes que se generan a través de energía eólica y fotovoltaica, ponen el precio del Kw/hr generado, aún por debajo de la generación a través de ciclo combinado, que ha sido la referencia de competitividad utilizada en los últimos años.

El impacto económico sería devastador en el corto plazo, pero mucho más el impacto de mediano y largo plazo, al perder la confianza de futuros inversionistas y la incertidumbre de los actuales.

Estemos muy atentos a lo que se plantee a este respecto y alcemos la voz de la realidad y la congruencia. _

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