El sábado pasado fuimos testigos de un hecho histórico, que además nos permite evidenciar como, a pesar de todas las contingencias que estamos viviendo por la pandemia del covid-19, existen hechos que unen a la raza humana y muestran el potencial del trabajo en equipo ante grandes retos.
Me refiero al lanzamiento del cohete Falcon 9 y la Nave Dragon de la empresa Space X, que se llevó a realizó en Cabo Cañaveral el sábado a las 3:22 PM y que llevó a bordo a dos astronautas de la NASA, en una nueva forma de regresar al espacio ahora con una plataforma basada en empresas privadas, prestando un servicio a la NASA.
Ser testigos del regreso de lanzamientos de cohetes desde el centro espacial Kennedy y además de hacerlo con una nave de fabricación norteamericana, no pasaba desde 2011, cuando se llevó a cabo la última misión del transbordador espacial.
Nueve años tuvimos que esperar para ver nuevamente proyectos de estas dimensiones y con la característica de ser comerciales ahora.
Esta misión nos acerca a un futuro en el corto plazo, de que cualquier persona pueda viajar al espacio y posiblemente a otros planetas en el mediano plazo.
Otro hecho relevante, fue la cobertura televisiva que tuvo este evento durante el sábado cuatro horas antes del lanzamiento y el domingo desde las 11 AM hasta las 3 PM con la cobertura del acoplamiento de Dragon a la Estación Espacial Internacional.
El canal de NASA TV, nos llevó a las entrañas de los preparativos del lanzamiento desde el momento de la llegada de los astronautas al centro espacial y después mostrarnos como se preparaban poniéndose sus trajes espaciales, que por cierto fueron diseñados por un mexicano.
Los nueve minutos que transcurrieron desde el despegue hasta que la nave entró en órbita, fuimos testigos en todo momento de la precisión y enorme complejidad de una operación como esta.
Las imágenes de nuestro planeta y la inmensidad del espacio, nos recuerdan la humildad que debemos de tener ante la maravilla de la naturaleza, y la fragilidad que tenemos como seres humanos.
La calidad de las imágenes cuando se abre la escotilla de la nave e ingresan a la EEI los dos astronautas a reunirse con los anfitriones, fue de verdad extraordinaria, durante la transmisión se nos informó que las imágenes fueron vistas en todo el mundo, lo que refleja el interés por la conquista espacial.
Ahora las expectativas están en el proyecto Artemisa, que contempla el regreso a la luna ahora para establecer una base lunar que será la plataforma para futuras misiones a otros planetas. _