Era justo y necesario.
Yo siempre he sido un defensor del tema ambiental, por sentido común y visión futura para mis hijos y para el mundo, y me dio mucho gusto que el secretario de Desarrollo Sustentable de Nuevo León, Manuel Vital, demandará a la Refinería de Cadereyta por la contaminación probada de azufre, nitrógeno y otros elementos tóxicos para el pulmón, lo que se agrava con el covid-19.
Monterrey es ya una ciudad donde no se puede respirar y todos pensábamos que los culpables eran fundamentalmente los carros y las industrias. Y resulta que en la noche, cuando no hay carros, sigue habiendo contaminación y una de las causas principales es la refinación del petróleo, elemento que todavía tiene presencia en México, aunque en el mundo va a ser sustituido por otras fuentes de energía y sin carbón.
Ojalá que la demanda progrese y si no, que al menos obligue al control de los derivados tóxicos que están sacrificando nuestros pulmones, nuestra esperanza de vida y a nuestros hijos.
Descartes: Pienso, luego existo… Que Monterrey sea una de las ciudades más contaminadas del continente americano es una vergüenza, y que no hagamos nada, es otra.
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