No tenemos vacunas bivalentes, ni antivirales.
Es de sentido común aceptar que el Presidente tuvo covid por tercera ocasión y saber que tiene una enfermedad coronaria. Pero yo, como médico, no voy a especular sobre otras posibles causas que produjeron la situación actual, pero el tema lo voy a tratar en una fórmula alterna, que es la que nos afecta a todos.
Resulta que en México no hay vacuna bivalente para reforzar la inmunidad y como se sabe, la vacunación no dura mucho tiempo y hay que vacunarse periódicamente, igual que lo hacemos con la influenza. También estoy asombrado de que no tengamos en el cuadro básico de nuestros medicamentos a los antivirales, que se ha demostrado tienen efecto sobre el virus que produce el nuevo covid, porque la cepa se ha ido alterando con el tiempo.
En otros países, como EU, las compañías farmacéuticas hicieron y se distribuyen las vacunas bivalentes, o sea que tiene dos efectos distintos y protege. Además, tienen en las farmacias los antivirales que aquí, por el mal tratamiento de la Secretaría de Salud, no pueden adquirirse ni con receta médica. En Europa sí tienen los antivirales y las vacunas bivalentes, y por eso allá ya no hay covid.
Aquí declaramos públicamente que ya no hay covid, pero sí hay, puesto que solo el día de ayer hubo más de dos mil casos registrados de covid en el país. ¿Cuántos tendremos en Nuevo León? Pues no sabemos, porque no hemos hecho una detección y la Secretaría de Salud ya señaló que ya no hay covid porque, en efecto, ya no hay muchos casos de covid registrados en los hospitales.
Sin embargo, el virus sigue presente y más en aquellos que no se han vacunado por razones religiosas o convencionales o en el uso de su libertad de no creer en las vacunas, que es un absurdo, porque el avance más importante de la medicina desde el siglo XIX es la vacunación, que ha erradicado múltiples enfermedades, incluyendo la polio.
A lo anterior agregamos que no hay un método de prevención, a pesar de que sabemos que tenemos todavía el riesgo, menos que antes, pero todavía existente. Asimismo, estamos en un desierto en el mundo de las medicinas, pues muchas de ellas, por haber cambiado el sistema de distribución y adjudicárselo al Insabi, no están en farmacias. Y no solamente los antivirales, sino muchos otros medicamentos.
Todo esto es trágico, en términos de salud pública, pues las buenas intenciones del Gobierno estatal solo se han hecho presentes en el Hospital Universitario, en el tema de los cánceres infantiles y en los de mama, en donde sí se procura que haya medicamentos y accesibilidad gratuita.
O sea, el compromiso del Presidente de tener medicinas gratuitas para todos no se ha cumplido porque no ha sido posible, dadas las condiciones socioeconómicas y la estructura gubernamental, además del riesgo de que nos estén dando medicamentos obsoletos o que no llenan las fórmulas de la estructura bioquímica de los medicamentos tradicionales.
En síntesis, tenemos que aceptar que el covid existe todavía; que tenemos que cuidarnos de él y que por favor, la Cofepris autorice los medicamentos antivirales y prepare las vacunas bivalentes para aplicarlas a aquellos que tienen alto riesgo, como los viejos o los niños.
Descartes: Pienso, luego existo… Como siempre, estamos llegando tarde al progreso. Qué nos cuesta decirle a la población que todavía hay covid, y si hay o no problemas para comprar la vacuna bivalente y los antivirales, para ponerlos al servicio del pueblo en farmacias, hospitales o instituciones de seguridad social. Pero, ¿por qué no lo hacemos?