Cualquier partido puede ganar con una dama.
Es interesante analizar las elecciones federales del año próximo, porque significan algo importante en la historia de nuestro gran país y también tiene que ver con el ámbito internacional, en donde México abandonó su prestigio cuando apoyó a gobiernos que llegaron al poder con el populismo o que fueron dictadores como el caso de Fidel Castro y de Cuba, que llevó a esa bellísima isla a la marginación, la desnutrición y a la más terrible pobreza.
Lo interesante es ver el papel de la mujer en las elecciones mexicanas, porque ya Claudia Sheinbaum fue destapada como una corcholata mayoritaria y es obvio que ella va a ser la candidata de Morena, a pesar de la respuesta de Marcelo, porque los otros no tienen ningún conocimiento demográfico nacional, es la única a la que AMLO le va a dedicar su confianza.
El problema es, entonces, no ver a la persona, sino qué va a suceder con la oposición; ¿cómo realmente va a haber elecciones y capacidad de elegir, si ya está descrito todo el poderío que se ha venido fraguando a través del tiempo, con una gran capacidad de comunicación de AMLO en un México ignorante, que obviamente va a votar por quien le dé más, no por quien sabe más? Todo eso está bien y es muy claro en el análisis inteligente, reconociendo que la inteligencia no es la musa que domina la política en la actualidad.
Para que realmente exista una competencia, la oposición tiene que pensar en otra mujer, porque en nuestro país sigue existiendo un respeto instintivo a recogerle la servilleta o lo que tire una mujer, primero que dejarla que se agache. Eso que parece frívolo es muy representativo de la cultura nuestra donde, a pesar de todos los cambios que ha habido en el país y en el mundo, aquí seguimos respetando y dándole prioridad a la mujer.
O sea, es el siglo de la mujer y por ende, cualquier político inteligente debe aprovechar esta circunstancia para seleccionar a una persona, en la oposición, que tenga el cromosoma XX; o sea, que sea mujer y que pueda contrarrestar lo que ya la monarquía ha decidido previamente, que sea Claudia, la ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México pues, con todo mi respeto, hay muchas otras mujeres valiosas en la oposición como Beatriz Paredes, Claudia Ruiz Massieu y Xóchitl Gálvez, y también en Movimiento Ciudadano Indira Kempis, por sus raíces populares y valor para confrontar la realidad, y más aún en el siglo XXI, que pueden competir y que pueden ganar si los partidos usan la unidad y no la desunión o confrontación. (También hay muchos ejemplos mundiales de mujeres políticas exitosas).
Valgan estas consideraciones para reiterar que, para las elecciones siguientes, hay que ver el ámbito cultural internacional y nacional para escoger la persona adecuada y en este caso aprovechar el signo de las féminas, para protegerlas y además adorarlas, que siempre han sido en este país adorables, pero mal tratadas. Este sería el emblema de la oposición.
Seleccionar un hombre sería perder de inmediato la oportunidad de cambiar este pobre país, que se está deshilachando con una política de ignorancia que no entiende el ámbito mundial.
Descartes: Pienso, luego existo… Éste es el siglo de la mujer y hay que aprovecharlo electoralmente, aliado a la unidad, generando así un país con equilibrios y no con oligarquía que nos conduzca a una dictadura. Recordemos aquella frase de la época del general Calles: “Aquí vive el presidente, enfrente vive el que gobierna”.