Se trata de aumentar el nivel educativo de los “ninis”.
Uno de los problemas más serios que tiene el Estado es que hay más de 100 mil jóvenes que no terminaron sus estudios en las diferentes áreas del saber y que tampoco tienen trabajo, por lo que son presa fácil para ingresar al mundo de las drogas y del crimen.
Por esa razón siempre he pensado que hay que crear un sistema para otorgar títulos, de acuerdo al nivel, en forma más sencilla, generando un archivo bien organizado para saber la ubicación de estos jóvenes que no trabajan ni estudian, y aumentar su autoestima consiguiéndoles una opción de trabajo. Esto se haría en forma coordinada con los sectores productivos para disminuir la holganza social e ir directamente a las causas reales de la violencia y la inseguridad, que son: la pobreza, la ignorancia y la falta de oportunidades de trabajo.
Basado en estos argumentos, me dio gusto que la semana pasada la Universidad Ciudadana Estatal presentara su primera generación de graduados, que fueron 99 alumnos, la que según el secretario de Educación, Arturo Estrada, está integrada por personas de hasta 67 años de edad y están matriculados entre bachillerato, licenciatura y maestría, 13 mil alumnos en el sistema de educación abierta.
Creo que ese programa, si bien no va a conducir a la excelencia académica, sí va a apoyar el proyecto estatal para disminuir la inseguridad y la violencia, y reducir hasta donde sea posible el número de “ni trabajan, ni estudian” que no debe estar presente en una sociedad que como la de Nuevo León siempre ha sido pionera en soluciones que se han replicado a nivel nacional.