Sus efectos en la salud y en la economía
Hace algunos años la Universidad John Hopkins hizo una simulación, pensando en la posibilidad de que apareciera un virus, que ahora se llama 2019-nCoV y calcularon que podría ser tan maligno que infectaría 65 millones de personas, que perderían la vida. Pero la verdad, según los expertos, es diferente.
Las preguntas que se han hecho en relación a este virus, es si se convertirá en una enfermedad global y cuál será su índice de mortalidad. Los datos que se tienen de su propagación en China muestran que el virus se multiplicó en breve tiempo y que su índice de gravedad es del 20% de los casos y de mortalidad, del 2 al 4%, igual que sucedió con los casos de influenza.
Su aparición en China provino de animales que se vendían en un mercado de esa área y seguramente la contaminación fue de murciélagos hacia ganado porcino o equino u otros mamíferos, pero la velocidad de su reproducibilidad generó que la Organización Mundial de la Salud la declarara una posible pandemia universal, pues el número de casos reportados en enero 20 fue de 8 mil, cuando al principio sólo se habían descrito 300. Es decir, este virus tiene la peculiaridad de rápidamente dispersarse, persona a persona o animal a persona y generar un serio problema de salud pública.
Actualmente existen cerca de 16 países que han sido infectados y probablemente hay mucha mayor difusión, pues el 80% de los casos no es severo y todavía no existe un tratamiento antiviral o vacuna. Baste recordar que el último estudio sobre la influenza en Estados Unidos arrojó que 45 millones de americanos habían tenido síntomas y sólo se reportaron 61 mil muertes. Ahí está el dilema, en la malignidad de este proceso que incluye al virus y al huésped, con su respuesta inmunológica correspondiente.
A pesar de los esfuerzos de la OMS, hay muchos países que no tienen educación para la salud suficiente y además cohabitan con animales en sus granjas y en las ciudades y viajan a través del planeta. Así aparecieron nuevas enfermedades que costaron 60 billones de dólares al año, como el SARS o el Zika, o sea que, según reportes de expertos, no hay que entrar en pánico porque la mayor parte de los casos, si se cuidan las medidas de higiene correspondientes, no llegarán al hospital y los que lleguen, no tendrán que morir.
Pienso, luego existo… Aunque estamos sujetos a nuevas enfermedades, esperamos controlar esta y otras invasiones del micromundo al ser humano.
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