¿Cómo empiezan a vivir la normalización los partidos políticos de oposición?
Alito ya se alineó para retornar el favor de su reelección ilegal; contraria a los estatutos de su partido y fuera de tiempo porque el proceso electoral no había terminado.
Mientras un Alito servil inclina la cabeza, Marko Cortés continúa enfangado en el lodazal de su incapacidad como político; queriendo quedar bien con Claudia y dividiendo lo que resta de su partido.
La fracción alfarista de Movimiento Ciudadano (MC) ya negoció, por su lado, con Sheinbaum la ratificación del triunfo de Pablo Lemus a la gubernatura de Jalisco.
Lo que resta del PRD, sin registro nacional, intentará resurgir a través de la formación de 12 partidos estatales en los estados donde todavía no ha perdido su registro partidario.
¿Cómo viven la normalización de la 4T, los gobernadores del PRI en Coahuila y Durango?
La única preocupación del descolorido priista, Esteban Villegas, gobernador de Durango, consiste en acelerar la entrega de su estado a Morena.
¿Cuál es el margen de maniobra de Manolo Jiménez, gobernador de Coahuila, para ir contra esa normalización, sin romper su bien trabajada relación con Sheinbaum y mantener el flujo presupuestal federal más el blindaje contra Morena en Coahuila?
Su margen es reducido por dos razones. 1) Claudia Sheinbaum buscará conquistar -electoralmente- Coahuila, más por su significado simbólico de ser el último bastión del PRI que por su peso electoral a nivel nacional.
Y, para ello, pondrá toda la carne en el asador en las elecciones para imponer jueces y magistrados morenistas en 2025 y 2027, respectivamente.
De la misma manera, en 2027, Sheinbaum pondrá también todos sus fierros en la lumbre para ganar la mayoría de diputados en el Congreso Local y la de diputados coahuilenses en el Congreso Federal. Obtener las alcaldías de Torreón, Rosita y Sabinas y retener las de Allende (con PT), Francisco I Madero, Nava, Piedras Negras, Zaragoza (con PT) y Viesca para desde ahí avanzar para tomar por asalto la gubernatura en 2029.
Por ello, un posible escenario catastrófico para Manolo y Coahuila sería tener los poderes legislativo y judicial pintados de color guinda en 2027; y con Torreón y Piedras Negras como punta de lanza guinda para ganar la gubernatura en 2029. (Continuará).
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