A Óscar Wong.
Aun así, para su deleite guisaré la carne de cerdo en trozos fritos en su propia manteca y los bañaré luego en salsa roja de chiles secos o en salsa verde de chile jalapeño.
Prepararé un espagueti sencillo, sí el poderoso dúo de San Juditas y la guadalupana, ayuda a nuestros políticos de todos los colores, a ser menos soberbios en el ejercicio del poder y más humildes para pensar en las consecuencias que tiene tal actitud para sus subordinados y/o los ciudadanos.
La sopita de coditos está prometida sí logran desarrollar una mínima (máxima, sería exagerado) generosidad despojada de avaricia para evitar cualquier enriquecimiento ilícito e instantáneo a partir del mal uso de los recursos públicos.
Su generosidad, cosa curiosa, sería actuar con decencia y responsabilidad éticas ante el mandato otorgado por los ciudadanos.
Hagan lo que hagan, la sopa de estrellitas va gratis porque quién soy yo para juzgarlos a partir de los cánones de la lujuria y la castidad.
La sopa de letras sería el premio sí muchos de ellos substituyeran las actitudes coléricas enredadas en la pronta ira y la venganza por aquellas que reclaman serenidad, frialdad y paciencia.
Cualidades, por cierto, indispensables para llegar a ser un buen político.
La sopita de macarrón nutrirá el alma de aquellos políticos que lleven una vida saludable; la premisa es no comer o beber cómo si no hubiera mañana, aunque su profesión no les asegure ese mañana.
La sopa de fideos será para aquellos que dejen de lado la envidia -tan común, en su medio- cómo sí les entristeciera o se les retorciera el hígado al mirar gente más capaz o competitiva que ustedes.
Mostrar una mayor caridad con esas personas, en lugar de masacrarlas a través de la grilla pesada o el periodicazo fácil sería lo óptimo.
No alcanzarán sopita de arroz rojo sí no son diligentes para trabajar y dar resultados, a los que financian con sus impuestos su trabajo: los coahuilenses.
Espero que el san Juditas de las causas imposibles y la todopoderosa virgencita de Guadalupe me cumplan el milagro.
Claro, no los culparía sí deciden hacerse de su santificada vista gorda.
canekvin@prodigy.net.mx