Inspirada, quizá, por las ocurrencias de “las mañaneras”, la diputada local de Morena, Elisa Villalobos, llamó “cerdo machista” al alcalde de Torreón, Jorge Zermeño; porque “ha minimizado la denuncia por acoso sexual de su director de Tránsito y Vialidad, Pedro Luis Bernal”.
¿Cómo puso Bernal, a Zermeño entre la espada y la pared?
En 2018 llega con Jorge como director de Tránsito y Vialidad e inician sus escándalos:
(1) En vehículo oficial con vidrios polarizados, adquirido por el FORTASEG, sigue a una mujer por varios kilómetros; hasta que ésta, asustada se refugia en el domicilio de sus padres.
Con evidencias, la mujer lo denuncia de acoso. Bernal sólo es apercibido por las autoridades municipales (14-03-2018).
(2) Decide portar la camisa de la Policía Municipal sin estar permitido. Se niega a explicar su fundamento para ello, a pesar de la oposición del director de Seguridad Pública municipal (15-03-2018).
(3) Mujeres agentes de tránsito acusan a Bernal de “ejercer su función como Director de manera indebida”.
Una de las agentes señala; “dentro de las presuntas agresiones físicas, (y maltratos verbales) que Bernal habría tocado sus pechos de forma ‘brusca’”. Existe una queja formal en la Comisión Estatal de Derechos Humanos y otra en la Fiscalía General del Estado (24-03-2019).
¿Cómo ha reaccionado Zermeño al respecto? Primero, se cobijó bajo el debido proceso que incluye la presunción de inocencia. Segundo, acusó a una de las denunciantes de “conflictiva y corrupta”.
Tercero, exculpó a Bernal bajo la premisa de que “ha dado resultados y seguramente tiene muchos enemigos, ya que a diario el personal se enfrenta a situaciones complicadas”. Cuarto, puso a disposición de Bernal la Dirección Jurídica del Ayuntamiento de Torreón para su defensa.
¿Hacen estos comportamientos de Zermeño un “cerdo machista”? De ninguna manera.
Él sólo muestra, una vez más, su rancio conservadurismo e insensibilidad congénita para entender el tema de la violencia de género contra las mujeres en todas sus dimensiones. Nada más.