Cubrebocas y machismo

  • Mirada en la red
  • Luis A. Guadarrama Rico

Ciudad de México /

Reverbera en el ambiente un hedor machista. Se trata de ese conjunto de comportamientos, actitudes y creencias que pretenden remarcar la presunta superioridad de los hombres. Al interaccionar, al relacionarnos con los demás, los masculinos debemos exhibir fuerza y rudeza para ser incluidos como verdaderos hombres, so pena de no calificar.

Se trata de comportamientos que buscan mostrar la ausencia del miedo; que somos poderosos como robles y que, llegado el caso, no importará morirnos. Si mostramos miedo, es signo de debilidad y, tal asunto corresponde “naturalmente” a las mujeres. He aquí ese ángulo del machismo.

La precaución o el cuidado, deben estar alejados de quienes se ostentan como varones; individuos arrogantes que exhiben cotidianamente su osadía. Es palpable su valemadrismo frente al riesgo, por más que, dentro de la fanática “curva aplanada,” aumenten los enfermos covideanos y que el número de decesos alcance dimensiones de alarido. Ellos son guerreros, que ni se alarman ni desisten.

Desde hace varios meses, una acción concisa; una simple medida sanitaria de autoprotección; una conducta racional consistente en el uso de cubrebocas, ¡se colocó en la cumbre del debate mundial!

Estamos frente a un problema histórico-estructural: el poder patriarcal. Que si Donald Trump; que si Jair Bolsonaro; que si Andrés Manuel López Obrador no usan cubrebocas, porque “no existe evidencia científica de su beneficio en la prevención”, ha desatado una de las discrepancias más zopencas.

Debe ser triste tener que dar la tonada para no desafinar con quien simple y llanamente quiere exhibir invulnerabilidad, fuerza, baja percepción del riesgo y que ostenta una conducta que impugna una evidencia científica: el coronavirus SARS-CoV-2 se transmite por aire y, el peligro de contagio es alto si no se toman las medidas necesarias. ¿Es difícil entenderlo? Sí, porque también el machismo ciega mentalmente a muchas personas.

“No me lo pongo, porque no me lo recomiendan”. Por ello, usted verá diariamente gente que sale sin cubrebocas; personas estúpidas que se lo colocan en el cuello; debajo de la nariz; que manosean su medio de protección; porque nada ni nadie les va a decir qué hacer. Millones de hombres y mujeres actúan con ese mismo canon machista. En una de esas, el COVID-19 ni existe. ¡Negacionistas inicuos!

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