Los seres humanos queremos hacer cosas que signifiquen una satisfacción y bienestar. La mayoría trabajamos para ello, muchos de nosotros amamos nuestro trabajo, nuestras familias y nuestro entorno más cercano, otros amamos nuestra ciudad, y otros más amamos el planeta y las personas con más alta vibración aman a sus enemigos. Lo verdaderamente trascendente de nuestras vidas, a veces, o casi siempre, está muy alejado de la política actual y sobre todo de las campañas para elegir a algún candidato.La democracia requiere participación, las elecciones son el espacio más reconocido por el Estado para expresarnos a favor o en contra del trabajo realizado por el gobierno en turno. Sin embargo, y ya que votar es más un derecho que una obligación, nos abre la posibilidad de no hacerlo y a la vez no tener ninguna culpabilidad, aunque nuestras madres y los medios nos inculquen que existe un deber cívico de ir a depositar nuestros sufragios, lo cierto es que no existe ninguna sanción si no lo hacemos, lo que si tenemos, es derecho a votar como a no votar, y aquí viene la brillante frase popular, “si no votas entonces no te quejes”.Votar no es la única forma de participar activamente en las decisiones de la vida de una ciudad, existen grupos y ahora en Torreón más que nunca varios de ellos, donde los ciudadanos pueden sumarse e incidir en acciones importantes que trasciendan más que cualquier voto emitido en su vida.Actualmente nos jugamos la existencia de la ciudad con el tema del agua y la vocación real de la Comarca Lagunera, la industria establecida insiste en que la región crecerá si seguimos por el camino en el que vamos, pero, porqué tendríamos que creerle a los voceros de las empresas, usted sabe realmente cuánta agua nos queda; supongo que esto es más importante que votar porque de allí deriva la supervivencia de las personas que vivimos en esta comarca.El colectivismo tradicional está agonizando y votar se convertirá, en un futuro cercano, en una actividad intrascendente, la participación se volverá directa y activa, lo que permitirá que todas las voces de todos los ciudadanos que pertenezcan a grupos o no, sean escuchadas y tomadas en cuenta. El sustento de este nuevo modelo de hacer política es la información, el conocimiento y la ética.
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