Durante una reunión con familiares y amigos, salió a la plática la violencia que se vive en varios estados del país y del asesinato de Carlos Manzo, quien fuera alcalde del municipio de Uruapan, Michoacán.
El comentario generalizado es que en Coahuila vivimos en la gloria, que se tiene una calidad de vida inmejorable, que hay fuentes de empleo y que algunas más siguen creciendo, como la compañía Dual Borgstena, misma que inauguró su planta en Monclova.
En la plática salió que el presidente municipal que fue ejecutado por un joven de 17 años, se arriesgaba mucho con sus acciones, con sus declaraciones y que él mismo sabía que su vida estaba en constante peligro, por lo que en todo momento pidió ayuda al gobierno federal. Hay otros estados como Guerrero, Oaxaca, Tamaulipas, Sinaloa, Zacatecas, entre otros, en donde la violencia extrema es parte de la vida diaria y sus ciudadanos, ya no saben en donde esconderse para ser víctimas de los delincuentes. Mucho se habla a nivel nacional de la inseguridad que se vive en todo el país, pero también se comenta la situación que priva en Coahuila, en donde Manolo Jiménez Salinas, gobernador del estado, se ha preocupado por mantener un trabajo en equipo entre los cuerpos policiacos municipales, estatales, con el Ejército Mexicano, Guardia Nacional y Marina Armada de México.
Y es que el mandatario estatal ha logrado construir cuarteles en diferentes partes de la entidad, con lo cual ha blindado todas las entradas, para evitar que grupos delictivos, principalmente de Tamaulipas y Zacatecas, puedan ingresar y establecer a base de violencia sus dominios en la entidad.
Los grupos delincuenciales han tratado de ingresar a Coahuila por el lado de Tamaulipas y Nuevo León, pero debido a la preparación y la tecnología de la policía estatal de Coahuila, así como del apoyo en patrullas, armamento y equipo táctico que les ha entregado Jiménez Salinas, se han logrado detectar, ubicar y a punta de balazos evitar que puedan lograr su cometido.
Se lamenta mucho la muerte de Carlos Manzo, pero al final se dice que su asesinato es un parteaguas, ya que la vida no solamente en Michoacán, sino en todo el país, tendrá un giro dentro de la política y entre las fuerzas federales.
Walter.juarez@milenio.com