No cabe duda que la posibilidad de que millones de mexicanos reciban la vacuna contra el covid-19 es una buena señal, muestra signos de esperanza para que los contagios y los decesos bajen considerablemente, además, para que la vida regrese a la "normalidad" y la economía en el país empiece a recuperarse.
Ya empezó el registro que creó el gobierno federal, por lo que las personas de la tercera edad ya se han empezado a anotar y es tanta la demanda de las vacunas, que el sistema muy pronto se saturó, pero a final de cuentas y con mucha paciencia, así como con la ayuda de los hijos o los nietos, han logrado dar sus datos y ahora están a la espera de las llamadas por teléfono para que los programen para la inmunización.
Mientras esto sucede, mientras que hay una esperanza para combatir al coronavirus, el gobierno federal simplemente no ha avanzado, no ha recibido la cantidad de vacunas que se esperaban y que en el mes de febrero se estarían aplicando.
Se dice que ya tienen "amarradas" varios millones de dosis del medicamento, pero es fecha en que no se observa por donde lleguen.
Ahora, también existe incertidumbre, hay temor entre muchas personas y no solamente de la tercera edad, ya que sienten que el gobierno no ha hecho lo necesario, además salieron con la novedad de que adquirirán la vacuna Sputnik V, la más barata y la que no tiene una efectividad como la Pfizer o la AztraZeneca.
En estos momentos por todos lados se está buscando adquirir el fármaco que es la esperanza de millones de mexicanos, los gobiernos estatales y el sector empresarial están en la búsqueda de quién les pueda vender las vacunas.
En estos momentos el gobierno federal, el cual es el responsable de conseguir las vacunas, también hace su lucha, es el que tiene mano y está a la espera de que los pedidos que se tienen, empiecen a llegar para empezar a inmunizar a la población de la tercera edad en primera instancia y luego en base al programa, seguir con las personas de todas las edades.
El tiempo sigue su marcha, el covid-19 sigue dejando una estela de decesos y contagios a su paso y las vacunas brillan por su ausencia.
walter.juarez@milenio.com