Estamos viviendo tiempos difíciles, en donde la falta de respeto hacia niños, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad, se dan en una forma constante.
Es muy común escuchar decir que “en mis tiempos”, a los papás se les tenía mucho respeto, ya que hace ya algunos ayeres, los padres de familia con una sola mirada controlaban el accionar de los hijos.
Claro, también había niños y jovencitos que siempre buscaban salirse con la suya, ya que cometían desmanes, desobedecían, eran peleoneros, pero de ahí a levantarle la mano a sus papás, era algo inconcebible, ya que sabían que era algo impensado y ni en sus mentes más traviesas pasaba la idea de agredir a los seres que les dieron la vida.
Antes, a los mismos maestros se les tenía mucho respeto, los mismos papás autorizaban a que sus hijos fueran reprendidos por sus profesores, quienes se encargaban de inculcarles valores a sus estudiantes.
Ahora, si un niño o un joven se les llama la atención, de entrada los maestros son acusados por sus papás y por si fuera poco, de inmediato les dicen que serán señalados ante Derechos Humanos.
Ahora, en estos últimos años se ha visto como los menores llegan a las escuelas portando armas blancas y pistolas, amenazando a sus compañeros, a sus mismos maestros con dispararles o herirlos con los cuchillos.
Pero no solamente suceden casos graves para tomar en cuenta en las instituciones escolares, ya que hace unos días, en una quinta un menor fue privado de la vida presuntamente por otros dos jovencitos, quienes se encuentran bajo investigación.
Pero no solamente son los menores, también se dan casos en que jóvenes bajo los influjos de alguna droga atacan a sus padres y hermanas, como el caso que se suscitó la madrugada del pasado jueves, cuando un joven que presumiblemente se encontraba intoxicado con alguna droga, atacó a cuchilladas a su madre de 57 años de edad hasta privarla de la vida, para después herir gravemente a su padre de 70 años, para posteriormente acuchillar a su hermana de 20.
El agresor se dio a la huida, pero durante el mismo jueves fue localizado y puesto a disposición del Ministerio Público para que responda por el presunto homicidio y lesiones a sus familiares.
Este tipo de escenas no son nuevas ni propias de esta época, pero si se puede decir que muchos valores se han perdido y ya no hay el respeto a sus semejantes que se tenía en antaño, principalmente a los papás y maestros.
Walter.juarez@milenio.com