Se llega la hora para festejar a la Virgen de Guadalupe, por lo que muchas familias laguneras ya tienen todo listo para preparar las reliquias, así como para llevar a cabo las misas y tener en las mismas a los danzantes.
Se están llevando a cabo también las peregrinaciones, mismas que dan vida al centro de la ciudad y las cuales son una tradición que se niega a morir.
Niños, jóvenes y adultos, se ven desfilar por la avenida Juárez rumbo a la catedral, para agradecer a la Morenita del Tepeyac por los favores recibidos y llevarle su veladoras, así como flores con mucho fervor.
Todo está bien, pero también se corre el peligro de los cohetones, esos que se lanzan en estos días, los cuales se convierten en un peligro para quienes los manipulan, ya que en muchas ocasiones se han presentado accidentes en los cuales hay personas que han perdido alguna extremidad.
Pero los que más sufren y no solamente en estos días, sino en la noche del 24 y del 31 de diciembre son los animales de todo tipo, mismos que no soportan el ruido que producen los cohetes.
Los lomitos en los hogares, se la pasan de un lugar a otro, se les ve desesperados y quisieran esconderse en algún lugar en donde no se escuchen los estruendos.
Hace algunos años nadie se preocupaba por los animales, la vida transcurría normalmente, los cohetes tronaban por cualquier lugar sin importar el daño que provocaban.
Ahora, hay asociaciones que procuran a los perros, gatos o cualquier mascota, ya que saben que se la pasan mal por culpa de los cohetes.
Quienes pertenecen a estos grupos de ayuda, realizan campañas, piden por redes sociales que ya no se prendan cohetes, ya que hay algunas presentaciones en donde el ruido que hacen es ensordecedor y afectan a las mascotas.
Las autoridades han hecho campañas para evitar que se compren estos productos, pero la realidad es que se siguen vendiendo, algunos con permisos que se entregan y otros de manera ilegal.
Es difícil que se quite esta costumbre, pero por algo se empieza y la verdad que culpa tienen los animales y los dueños de los mismos.
Walter.juarez@milenio.com