Hablemos de lo que sí dijo y defendió AMLO

  • Contracorriente
  • Maite Azuela

Ciudad de México /

El discurso del Presidente nos deja ávidos de datos, medición del impacto de la política social y reconocimiento de retos en materia de seguridad, pero por otro lado nos ofrece señales de por dónde van las cosas a dos años de gobierno y lo que nos espera en los cuatro restantes: hablemos de lo que sí dijo López Obrador.

“Fui de los primeros en sostener que el principal problema de México era la corrupción, y ahora no tengo la menor duda: la peste de la corrupción originó la crisis de México”. Esto lleva a pensar directamente en los casos bandera del presidente López Obrador, García Luna y Emilio Lozoya, en nadie más.

¿Por qué inicia así el informe? En el marco de las dos crisis, como él mismo denomina a la situación actual del país, el Presidente está acorralado y la lucha contra la corrupción es su único escape para recobrar un poco de la legitimidad que ha perdido.

Los únicos mencionados con nombre y apellido, reconocidos por el respaldo, la lealtad, el recto proceder y por ser servidores públicos ejemplares fueron el almirante Rafael Ojeda y del general Luis Cresencio Sandoval, secretarios de Marina y de la Defensa Nacional. Nadie más. En contraste, cuando se refirió a los titulares de la Fiscalía General de la República y del Poder Judicial se lamentó de “la arrogancia que tienen de sentirse libres”. Además, elogió el apoyo del Ejército para construir los bancos del Bienestar y el apoyo profesional y responsable de las fuerzas armadas en la “lucha” contra la delincuencia.

La semana pasada, la periodista Zorayda Gallegos dio a conocer en el periódico El País que, entre 2013 y 2019, diversas instituciones del Ejército mexicano pagaron 2 mil 371 millones de pesos a empresas que fueron declaradas inexistentes por el Servicio de Administración Tributaria (SAT). Además de esto, recordemos que la Auditoría Superior de la Federación dio a conocer que en la construcción del aeropuerto de Peña Nieto la Sedena pagó por trabajos que no fueron realizados y que hubo sobreprecios en los servicios que contrató.

¿Qué relación podemos encontrar entre el elogio del Presidente a las fuerzas armadas en su informe y los actos de corrupción y violaciones a derechos humanos que continúan saliendo a la luz por parte de elementos militares?

Hay dos aspectos que analizar al respecto. Primero, es evidente la devoción del Presidente a las fuerzas armadas y justo por eso, recalca que los logros de su gobierno —que no tienen nada que ver con la corrupción— se deben a su trabajo.

Por otra parte, el hecho de reivindicarlos de la forma en que lo hizo, quiere decir que no le importa lo que hagan o hayan hecho en el pasado las fuerzas armadas. De ninguna manera son ajenos para AMLO los actos de los militares y eso sí debe preocuparnos. Porque por un lado lucha contra la corrupción de sus enemigos, pero auspicia, elogia y comparte el poder con quienes están señalados no solo por corruptos sino también por violar derechos humanos. De ellos sí habló el Presidente, y con su aval nos anuncia que las fuerzas armadas seguirán siendo la prioridad de su gobierno.

@maiteazuela

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