¿La visibilidad de Ayotzinapa es excesiva?

  • Contracorriente
  • Maite Azuela

Ciudad de México /

Estamos a dos días de que se cumplan seis años de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. La mayoría de los problemas que aquejan a la sociedad mexicana están concentrados en este caso: macrocriminalidad, corrupción, desapariciones, tortura, ejecuciones arbitrarias, falta de acceso a la justicia, impunidad, ocultamiento de la verdad, entre otras.

Por ello es tan importante la exigencia social de encontrar la verdad y hacer justicia. México es un país lastimado por miles de casos, miles de seres humanos que exigen justicia y que hoy, como afirman algunos colegas, no tienen la misma atención que el caso Ayotzinapa. Pero eso no es responsabilidad de las familias, defensores o medios de comunicación, se trata de la propia inercia política de un caso que, a lo largo de seis años, ha ido desnudando engendro de impunidad que refuerza la violación de los derechos humanos.

Según declaró el Presidente, este 26 de septiembre se rendirá un informe sobre los avances de la investigación. Resulta poco probable que se trate de un informe sustancioso en su contenido y que dé tranquilidad a las familias.

Sin duda alguna, en lo últimos meses hemos visto avances. Tales como la identificación del normalista Cristian Rodríguez, la revelación de un video en el que aparece Tomás Zerón torturando El Cepillo, o la filtraron de fragmentos de la declaración de un testigo protegido que revelaría datos importantes, pero que no sabemos si han sido corroborados. Si estos datos forman parte del nuevo informe no representarán novedad alguna para las familias.

A seis años, lo que las familias esperan es información sobre el paradero, el modus operandi de la desaparición, justicia y verdad. Estamos lejos de que eso pase. Ojalá que el sábado, en vez de un informe hueco, se aproveche la oportunidad para comprometerse a fondo en la investigación, incluso investigando ex funcionarios de la ahora fiscalía y se dé un mensaje al resto de las víctimas del país serán tratadas igual.

Frente al presupuesto raquítico que amenazan asignarle a la Comisión Nacional de Búsqueda, junto con una CNDH en crisis y una CEAV descabezada, parece un augurio de más aniversarios sin avances sólidos.


Gracias, Milenio

Hace unos meses cumplí una década como articulista y columnista, sin dejar de publicar una sola semana. Las experiencias han sido maravillosas, de aprendizaje permanente, de satisfacciones memorables y hasta de altos riesgos que la expresión libre de ideas provoca en nuestro país. He tenido la fortuna de formar parte siempre de equipos editoriales profesionales, comprometidos con la libre expresión e impulsores de reflexiones frescas. Milenio ha sido sin duda, uno de esos espacios a los que le estoy plenamente agradecida. Carlos Marín, conociendo mi perfil y a sabiendas de que nuestras perspectivas tenían distancia, me invitó generosamente hace tres años a colaborar en el periódico y en un espacio de debate en el que siempre me sentí libre y del que aprendí y disfruté cada emisión: Con los de Enfrente. Hoy me despido de Milenio agradeciendo al medio su apertura y confianza, el ojo editor de mi respetado Héctor Zamarrón, el compañerismo de Ángel Cong y Rafael Ocampo. Seguiré contracorriente en otros mares, gracias por su impulso siempre respetuoso.

@maiteazuela

Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

LAS MÁS VISTAS