El presidente Manuel López Obrador tiene un apoyo de la población de más del 70%, y como muchos estamos de acuerdo que la corrupción se erradique. Todos queremos un México más justo, sin los “robateros” de siempre y de cualquier partido. Igualmente la ciudadanía pide la aplicación de la Ley y que se regrese lo que se llevaron estos hombres de poder en perjuicio de las ciudades o Estados.
Una leyenda urbana cuenta que un alcalde de Gómez Palacio, Dgo. trabajó eficientemente en su periodo. Los siguientes dos presidentes municipales que lo sucedieron de muy “buenas familias” dejaron en ruinas las arcas municipales.
Después de dos trienios volvió el primer alcalde, sin hacer ruido convocó a los anteriores mandatarios y sin miramientos, pero firmemente les demandó que entregaran el faltante o vendrían consecuencias y sin chistar lo hicieron. No hubo cárcel, no hubo “la nota periodística”, pero el dinero sustraído fue devuelto. “El miedo no anda en burro”.
Si esta nueva presidencia no quiere enviar a la cárcel a los verdaderos saqueadores de México con la consigna “borrón y cuenta nueva”. Tendríamos que saber el porqué. Pero lo que sí se tiene que hacer es que regresen lo que se llevaron. Claro, con muy buenas palabras y una torcidita de brazo.
Algo similar pasa con las estancias infantiles, de las miles que hay en el país, algunas han infringido la ley, a esas son las que se debe de castigar, pero no a todas las demás que cumplen con su tarea y dan servicio a más de 300,000 mil niños, y a las familias que dependen de este servicio. Es correcto y necesario aplicar la ley, si hay guarderías que no cumplen se les clausura.
Una estancia infantil debe de tener un espacio adecuado, con muebles, material educativo, comida acorde a la edad de los niños y con personal capacitado para brindar el servicio correcto. Pero no es posible que se diga que los abuelitos pueden cuidar a sus nietos.
Visualicemos a una familia trabajadora ¿Cómo es el espacio donde viven? ¿Hay la capacidad real de cuidar a esos niños?. ¿O los van a poner a ver televisión? ¿El dinero que se entregue a esos padres se diluirá en otras necesidades y no en la de los niños? Preguntas que no debemos desechar.
Las estancias infantiles deben de continuar y quitar a las que no cumplen con la ley.