En el marco del Festival Mural Laguna que se llevó a cabo en La Universidad Iberoamericana Laguna me invitaron a disertar sobre la Migración en la Laguna desde el punto de vista de la Historia en una mesa donde me acompañaron Sergio Garza Orellana y Carlos Castañón.
La segunda mesa: Integración laboral y derechos de la personas migrantes y refugiadas en donde participaron Carolina Hernández de la Casa Migrante Saltillo en Torreón, Concepción Martínez del Centro de Día para migrantes “Jesús Torres, Irma Valles del Comedor Santa Cecilia, Alberto Xicoténcatl de la Casa del Migrante de Saltillo y Hugo Morales Valdés, Presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
Un Festival para reflexionar de la migración, no sólo de estos países latinoamericanos en donde miles salen de su tierra para buscar el “sueño americano” y se han topan con una recia política estadounidense de rechazo, discriminación y políticas de exclusión.
Por lo pronto el gobernador de Texas Gregg Abbott quiere enviar tanques de guerra a la frontera con México, ya que tipificó como invasión la entrada de inmigrantes.
Este rechazo no es sólo de Estados Unidos, sino también de Europa a donde han llegado a sus playas cientos de migrantes de África y de otros países en donde ellos fueron colonizadores.
En Europa al igual que en Estados Unidos hay un ultraderecha que se opone a estas migraciones y que va ganando terreno, por lo pronto en Italia ganó Georgia Meloni.
Otro punto a considerar es que en Europa es la tasa de natalidad de su población que es muy baja y necesitan a los migrantes para que la economía siga funcionando y se puedan pagar las pensiones de los jubilados.
El Papa Francisco publicó un mensaje de siete puntos para la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado que se celebró el 29 de septiembre 2019 uno de sus puntos:
“Las personas migrantes, refugiadas, desplazadas y las víctimas de la trata se han convertido en emblema de la exclusión porque, además de soportar dificultades por su misma condición, con frecuencia son objeto de juicios negativos, puesto que se las considera responsables de los males sociales.
La actitud hacia ellas constituye una señal de alarma, que nos advierte de la decadencia moral a la que nos enfrentamos si seguimos dando espacio a la cultura del descarte”.
Se trata de construir la ciudad de Dios y del hombre “En nuestra época, también llamada la era de las migraciones, son muchas las personas inocentes víctimas del ‘gran engaño’ del desarrollo tecnológico y consumista sin límites (cf. Carta enc. Laudato si’, 34).
Y así, estos migrantes emprenden un viaje hacia un ‘paraíso’ que inexorablemente traiciona sus expectativas.
Su presencia, a veces incómoda, contribuye a disipar los mitos de un progreso reservado a unos pocos, pero construido sobre la explotación de muchos”.
Edward Said en su libro Orientalism deja constancia de las actitudes ideológicas de Occidente sobre la cultura de Oriente en donde prevalece el imperialismo y racismo.
¿Por qué un persona deja su país? Por razones políticas, por lograr tener una vida mejor y muchas veces por amor al seguir a los maridos y a sus padres.
En el siglo XIX la Comarca Lagunera era una tierra desierta con pequeños rancheríos Leonardo Zuloaga español y Juan Ignacio Jiménez de Cuencamé, Durango le compraron en 1848 a los Sánchez Navarro la Hacienda de San Lorenzo.
El problema era la ausencia de población y capital para desarrollar estas tierras áridas, además de que comanches y apaches asolaban la región.
Estos terratenientes tenían para sus tierras los ríos Nazas y Aguanaval y se pusieron a trabajar para hacer presas y canales y poder sembrar el algodón que sería la riqueza de la Laguna.
En el último cuarto del siglo XX la política de Porfirio Díaz trataba de la pacificación del país, la red de comunicaciones: el ferrocarril, de abrir las puertas a la inversión extranjera y a los extranjeros.
La Comarca Lagunera significaba para Díaz el ejemplo de una región moderna y Torreón era la perla de la Laguna.
Empezaron a llegar migrantes de otros estados y ciudades como Durango, Zacatecas, San Luis, Parras, Saltillo, Monterrey entre otras.
William Meyer comenta “La mayoría de la población rural se conformaba de peones residentes de los plantíos del algodón: asalariados libres que recibían mejor paga y disfrutaban de mejores condiciones laborales que los pésimos de cualquier parte del país” Los salarios eran más altos que en cualquier otra parte del país.
En tiempo de cosecha podían recibir de seis a ocho pesos por día en comparación con lo sesenta centavos que se pagaba en otras regiones.
También arribaron personas de otras regiones sobre todo de Nuevo León y de Saltillo, una clase media de abogados, contadores, administradores, comerciantes que le daban servicio a esta incipiente ciudad de Torreón.
A la Comarca lagunera llegaron migrantes de todas partes del mundo: Españoles, americanos, ingleses, franceses, Palestinos, libanes, sirios, griegos, chinos entre otros.
Cada uno de ellos trabajo para que la región saliera adelante.
Después vendrían otros tiempos como la Revolución que cambió el destino de la Comarca. Sin embargo después de este suceso los laguneros se dedicaron a reconstruir su tierra.
Sin lugar a duda lo migrantes en La Laguna fueron el motor para su grandeza. Y la terca pregunta sería ¿Qué va a pasar con los migrantes en el mundo?