Una letrilla de Quevedo escrita aproximadamente 1620 y una canción escrita en 1934 nos ubican en este tiempo actual. Nos describe una realidad que no ha cambiado.
En donde el hombre se corrompe ante el dinero y canonjías que le ofrecen.
El valor, el honor, la razón no lo mueven y acepta las prebendas que le ofrecen, aún a costa del bien mayor: México. Poderoso caballero es don Dinero.
El ejemplo que se está dando a las nuevas generaciones es terrible: te alías con el poder y todo se puede hacer: corrupción, quebranto a la ley, a la Constitución y no pasa nada.
La historia importa, peroooo para muchos la frase de Gonzalo Santos “la moral es un árbol de moras” es una “verdad práctica”. Que lejos quedó el ejemplo de Francisco I. Madero, de Belisario Domínguez y tantos hombres de bien que dejaron su vida y pertenencias ante la tentación del poder y del oro.
La canción Cambalache, tango cantado por Carlos Gardel, música popular argentina que recorrió el mundo habla de este nuevo orden que con tentáculos llega a la sociedad, sin embargo siguen hombres rectos que luchan por la democracia, la libertad y el derecho la Constitución.
Poderoso caballero es don Dinero
Francisco de Quevedo
Madre, yo al oro me humillo;
Él es mi amante y amado;
Pues de puro enamorado
anda contino amarillo;
que, pues, doblón o sencillo,
hace todo cuanto quiero,
poderoso caballero don dinero
Cambalache
Enrique Santos Dicépolo
Que el mundo fue y será
Una porquería, ya lo sé
En el quinientos seis
Y en el dos mil, también
Que siempre ha habido chorros
Maquiavelos y estafa′os
Contentos y amarga'os
Varones y dublés
Pero que el siglo veinte
Es un despliegue
De maldá insolente
Ya no hay quien lo niegue
Vivimos revolca′os en un merengue
Y en un mismo lodo
Todos manosea'os
Hoy resulta que es lo mismo
Ser derecho que traidor
Ignorante, sabio, chorro
Generoso o estafador
¡Todo es igual!
¡Nada es mejor!
Lo mismo un burro
Que un gran profesor
No hay aplazaos (Que va a haber) ni escalafón
Los inmorales nos han iguala'o
Si uno vive en la impostura
Y otro hala en su ambición
Da lo mismo que sea cura
Colchonero, Rey de Bastos
Caradura o polizón
¡Qué falta de respeto
Qué atropello a la razón!
Cualquiera es un señor
Cualquiera es un ladrón
Mezcla′o con Stavisky
Va Don Bosco y La Mignon
Carnera y Napoleón
Don Chicho y San Martín
Igual que en la vidriera
Irrespetuosa
De los cambalaches
Se ha mezcla′o la vida
Y herida por un sable sin remache
Ves llorar La Biblia
Lunto a un calefón
Siglo veinte, cambalache
Problemático y febril
El que no llora no mama
Y el que no afana es un gil
¡Dale, nomás!
¡Dale, que va!
¡Que allá en el Horno
Se van a encontrar!
No pienses más, sentate a un la'o
Que a nadie importa si naciste honra′o
Da lo mismo al que labura
Noche y día como un buey
Que el que vive de las minas
Que el que roba, que el que cura
O está fuera de la ley
Vivimos revolca'os en un merengue
Y en un mismo lodo
Todos manosea′os
La Secretaría General del Consejo Nacional de Población (SGCONAPO) estima que, en México, en 2024, residían alrededor de 132.3 millones de habitantes en el país.
De los cuales 30 millones votaron por el partido hoy en el poder.
¿Y los otros?
La oposición siempre será una piedra en el camino.