En 1815, en plenas luchas por la Independencia, cuando acababa de ser preso y fusilado el caudillo D. José María Morelos, el entonces virrey Félix María Calleja del Rey ofreció al pueblo de México el siguiente indulto:
“Después de los repetidos indultos concedidos por este superior gobierno… a los que declararon hace cinco años una guerra cruel a su rey, a su patria y a sus conciudadanos…
“Y continúan en sus sistemas sanguinarios y devastadores, sordos e insensibles a la voz paternal de nuestro amado y benéfico soberano (Fernando VII) que los ha llamado a la paz y a la conciliación…
“Sin embargo, queriendo dar a los mismos rebeldes… una nueva prueba de benignidad… está pronto a recibir generosamente a los que, arrepentidos y desengañados…
“Se presenten a ofrecer el homenaje de su fidelidad a Ntro. Rey y señor natural Dn. Fernando Séptimo, allanándoles el camino para que puedan alcanzar esta gracia y evadirse de la ruina que los amenaza…
“He resuelto, siguiendo los impulsos de mi corazón y las piadosas intenciones de su majestad expedidas desde su gloriosa restitución al trono…
“Conceder en su real nombre un indulto… para que no quede pretexto alguno a los que fuesen cogidos con las armas en la mano, o seduciendo a los incautos con intrigas en las poblaciones, con quienes no habrá la menor indulgencia.
“Declaró indulto general y con olvido absoluto del pasado en favor de cuantos siguen, ya oculta o abiertamente el partido de la rebelión, siempre que se delaten o presenten dentro del término de 60 días, contados desde la promulgación de este bando…
“Ante las personas autorizadas al efecto para hacer el debido conocimiento de lealtad y vasallaje a nuestro amado rey, declarando extensiva esta gracia…
“A los jefes o caudillos principales de los rebeldes, a los individuos que fuesen o hubiesen sido miembros del pretendido congreso mexicano…
“Aunque los rebeldes no ocupen hoy en día ninguna población de importancia.. no obstante, ordenó a los comandantes de los ejércitos…
“Que, publicado, procuren hacerlo saber a los rebeldes…”
Felicitémonos hoy día porque los auténticos patriotas que anhelaban un México libre y soberano no se dejaron engañar por este “indulto”.