¿Realmente les importamos las mujeres?

  • Columna de Mariana Benítez Tiburcio
  • Mariana Benítez Tiburcio

México /

Desde 1975 cada 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, fecha de gran importancia en la que recordamos a las 140 mujeres trabajadoras que perdieron la vida en un incendio en una fábrica de Nueva York, hecho que colocó en la agenda internacional los derechos de las mujeres trabajadoras.

A lo largo del siglo XX, y lo que va del siglo XXI, mucho es lo que hemos avanzado en cada uno de los aspectos políticos y socia les de la agenda de género, y es de reconocer los logros registrados en la creación de instituciones, leyes y presupuestos para las mujeres.

En los casi seis años del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, se han logrado grandes avances en la agenda de género. Destaca en particular la reforma político-electoral de 2014 impulsada por el Ejecutivo Federal, la cual constituyó un avance histórico en el tan anhelado objetivo de que las mujeres tengan una participación política plena al igual que los hombres.

De acuerdo con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la igualdad entre los géneros es fundamental para el logro de un mundo pacífico, próspero y sostenible. Por ello, es necesario redoblar esfuerzos para erradicar cualquier manifestación de violencia contra las mujeres y garantizar plenamente nuestros derechos y libertades.

Hoy que estamos en pleno proceso electoral en el que los y las mexicanas elegiremos al próximo presidente de la República, además de más de 3 mil cargos de elección popular, es el momento clave para que las mujeres, y en general la ciudadanía, analicemos las propuestas que los y las candidatas tienen en materia de la agenda de género.

En el caso particular de los tres candidatos a la Presidencia de la República de las coaliciones registradas cabe hacernos la siguiente pregunta: ¿Realmente les importamos las mujeres? O solo formamos parte del discurso “rosa” al que suelen acudir quienes buscan el voto en cada elección. Vale la pena hacer una revisión, aunque sea breve, de sus plataformas y discursos para darnos una idea de la importancia que le otorgan a quienes integramos el 52 por ciento de su padrón electoral.

En el caso del candidato Andrés Manuel López Obrador, de una revisión a su plataforma encontramos que éste solamente plantea objetivos muy generales que suenan más a buenos deseos que a una propuesta concreta en materia de género. En su Proyecto Alternativo de Nación, López Obrador menciona que el principio de equidad de género deberá ser un principio rector de las políticas públicas. Sin embargo, fiel a su costumbre, no hace un planteamiento particular sobre los “cómos”, esto es, los programas y las políticas dirigidas a superar la desigualdad y violencia que enfrentamos las mujeres.

En el caso del candidato Ricardo Anaya, en su plataforma parece desconocer de dónde partimos en materia de la agenda de género, pues ignora que varias de sus propuestas son hoy una realidad concretada en los pasados seis años.

Por un lado, Anaya propone establecer la igualdad de género como un principio transversal de sus políticas y programas. Vale la pena recordarle al candidato Anaya que el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 innovó al establecer, por primera vez, la estrategia transversal de perspectiva de género. Otra propuesta que destaca en su plataforma es la de garantizar el acceso a la justicia con perspectiva de género. Al respecto, es importante mencionar que son objetivos que desde este sexenio se han perseguido, en particular, los protocolos de actuación que se han implementado desde el año 2017. Al igual que López Obrador, Anaya no establece una propuesta innovadora, como dice ser él mismo, lo cual permite concluir que la agenda de género para Anaya realmente se queda en el discurso.

Finalmente, revisemos lo que José Antonio Meade ha propuesto en la materia. Primeramente destaca que desde su primer discurso como precandidato dejó muy claro que él hará equipo con las mujeres porque reconoce la aportación que día con día hacen al hogar y, en general, al desarrollo económico y social de nuestro país. Es el único que realmente ha propuesto generar una gran alianza con quienes representamos la mitad de la población en México. Ni más ni menos.

En la presentación de su propuesta general, Meade trazó tres grandes objetivos que, ha dicho, regirán su plataforma de gobierno. Uno de esos tres lo identifica como “Las familias y las mujeres serán primero”, pues debe buscarse que las mujeres y la juventud puedan desarrollar plenamente sus capacidades.

A nivel particular, Meade plantea una serie de medidas y acciones en el ámbito de la salud, seguridad, educación, economía y laboral que apuntan a lograr el objetivo trazado en la Agenda 2030 de la ONU para lograr que México sea un país donde hombres y mujeres ejerzan de forma igualitaria y plena sus derechos.

Por ejemplo, en el ámbito de la economía familiar y con el objetivo de generar condiciones para que las mujeres desarrollen a plenitud sus capacidades y posibilidades, José Antonio Meade propone brindar a nivel nacional créditos a la palabra para todas las mujeres; becas para la superación de las mujeres y becas para que mujeres adultas concluyan la educación básica que hayan tenido que interrumpir; otorgar la prestación de estancias, guarderías, preescolar y primarias, de tiempo completo y con alimentación incluida.

En el ámbito de la salud, Meade propone generar una línea de atención especializada para las mujeres que promuevan la detección temprana de enfermedades que hoy por hoy provoca miles de muertes cada año de mujeres jóvenes y adultas. En relación con los feminicidios y en general con el fenómeno de la violencia contra las mujeres, Meade ha propuesto fortalecer las instituciones y mejorar las leyes que hoy por hoy impiden perseguir los delitos en forma eficiente en todo el país, de tal forma que se pueda cumplir con el compromiso que él hizo: ¡Ni una mujer más! (al referirse a las mujeres violentadas en este país).

Una de las propuestas más destacadas es la de generar condiciones de igualdad salarial entre hombres y mujeres, además de que plantea una estrategia fiscal para que las millones de mujeres que trabajan en casa tengan derecho a atención médica, pensión, vivienda y crédito como cualquier otro trabajador formal.

Este espacio es insuficiente para explicar con mayor detalle lo que constituye la propuesta integral que José Antonio Meade presentará en la campaña que está a menos de un mes de comenzar.

Sin embargo, podemos advertir que con estas propuestas Meade muestra profunda sensibilidad con los retos que enfrentamos las mujeres en México, al mismo tiempo que demuestra un pleno compromiso con la agenda internacional en materia de igualdad sustantiva, reconociendo el valor que aporta cada mujer mexicana a su país y su rol de motor social de cambio.

Un día como hoy, 8 de marzo, es la gran oportunidad para que las mujeres reflexionemos sobre lo avanzado pero también sobre los compromisos que queremos obtener de los candidatos en una agenda que como mínimo contenga una visión clara de la agenda pendiente para lograr vivir en un país de igualdad de derechos entre hombres y mujeres.

*Abogada y diputada federal por el estado de Oaxaca

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