Están en todas partes, si desviamos la vista para distraernos de esta lectura, seguro encontraremos a uno de ellos, en algún artículo de oficina, de nuestro hogar, en nuestra ropa y calzado, y por su puesto en algún envase o empaque.
Fueron creados para hacer nuestra vida mejor y más cómoda, y han aportado al desarrollo de los avances tecnológicos más innovadores, sin los cuales, hoy sería inimaginable nuestra vida. Ellos son: los plásticos.
Lamentablemente, también podemos encontrarlos como residuos en calles, banquetas, parques, bosques, mares, y cualquier ecosistema, y esto no está bien.
Y discutir para tratar de señalar al culpable de esta situación real y que nos afecta a todos, no traerá ningún resultado, pues lo que necesitamos son acciones apremiantes de todas las partes involucradas, es decir, industria, sociedad y gobierno, pues desde cualquier trinchera todos somos consumidores.
Como consumidores, podemos elegir, en primer lugar, la reducción de nuestras compras y con esto disminuir los residuos que éstas generan, pues todos los días, producimos por persona casi un kg de residuos, de los cuales más de 120 g son de algún tipo de plástico.
La Encuesta Nacional de Hábitos de Reciclaje de Plásticos 2023, destaca que más del 67% de los mexicanos estaría dispuesto a pagar más por un producto con un envase sustentable; cada vez contamos con más información para poder elegir. Y la industria trabaja por innovar desde el diseño de sus productos, que puedan ser más reutilizables, reciclables y/o compostables.
Una de las metas más ambiciosas plasmada en el Acuerdo Nacional para la Nueva Economía del Plástico en México y firmado en el Senado en 2019, es que para 2030, los envases y empaques sean reutilizables, reciclables, compostables o aprovechables al 100%; así como alcanzar el 80% de tasa de acopio de PET, actualmente ya es del 63%.
Como consumidores también podemos contribuir a incrementar las tasas de reciclaje de todos los residuos que generamos, no solo los plásticos, al separar nuestros residuos en casa.
Soy la primer mujer en presidir a una industria conformada por más de 5 mil empresas, generadoras de un millón de empleos, que representa el 3.1 del PIB manufacturero, pero sobre todo, estoy al frente de una industria del plástico comprometida y que trabaja día a día por ser más sustentable y circular.
Hoy no me dirijo a ustedes bajo este cargo, ni como industrial, ni empresaria del plástico, sino como madre, esposa, profesionista y consumidora, que se suma al compromiso de ser más responsable en los hábitos de consumo, de utilizar de forma más consciente a los productos plásticos y de poner en marcha acciones efectivas, para que, en primer lugar pueda prolongar la vida útil de los productos y cuando ésta llegue a su fin, incentivar su reciclaje.
Mi pasión por el plástico me impulsa a anhelar y trabajar por encontrarlo sólo en los lugares correctos, estoy segura que, si todos nos sumamos con este tipo de acciones, lograremos disminuir nuestro impacto ambiental y vivir en espacios más sanos y libres de residuos.