En 2008 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas resolvió que, a partir del año 2009, el 8 de junio sería el Día Mundial de los Océanos. Este año 2021 el lema fue “El océano: vida y medio de subsistencia” ya que se estima que 40 millones de personas trabajarán en actividades relacionadas con los mismos de cara al año 2030. Sin embargo, hoy más que nunca los mares del mundo están en riesgo.
Como respuesta a esta terrible amenaza, en el año 2018 surgió el Panel de Alto Nivel para una Economía Oceánica Sostenible, una iniciativa del Gobierno de Noruega, con la conformación de un grupo único de países comprometidos con la generación de soluciones para la salud y riqueza del océano. Es un mecanismo multilateral e innovador que busca generar una transición a una economía oceánica sostenible.
El Panel, copresidido por Noruega y Palau, reúne jefes de Gobierno de 14 países: Australia, Canadá, Chile, Fiyi, Ghana, Indonesia, Jamaica, Japón, Kenia, Namibia, Noruega, Palaos, Portugal y México.
Estamos orgullosos de ser parte este Panel, una iniciativa que ha permitido posicionar un tema estratégico para México y para el mundo: la transición hacia una economía oceánica sostenible. Como resultado, el pasado 8 de junio se presentó en nuestro el Programa de Instrumentación para una Economía Oceánica Sostenible en México 2021-2024, incluyendo, Sembrando Vida en el Mar y la Adhesión a la Iniciativa Global contra Redes de Pesca Fantasma.
El Programa tiene como objetivo la identificación de las prioridades de México para lograr una economía oceánica sostenible en el territorio nacional, y toma como base las líneas de acción establecidas en diecisiete instrumentos y herramientas de política pública en el país. Esta iniciativa no pretende sustituir a ninguno de los instrumentos existentes; su propósito es que sirva como una guía articuladora de los planes, programas, acciones e iniciativas de cada una de las diferentes dependencias e instituciones de la Administración Pública Federal.
Estoy convencida de que la sostenibilidad es la mejor opción para enfrentar los retos que nos presenta la nueva realidad. En este sentido, creo que debemos quitarles a los mares el papel de víctima, y verlo como una oportunidad de desarrollo, con responsabilidad y trabajo.
Nuestro país tiene la voluntad de alcanzar las metas del Panel, en el entendido de que el proceso de transformación que vive México apunta hacia la construcción de un futuro sostenible y próspero. La protección de los océanos y su uso responsable no es solo una condición necesaria para garantizar la prosperidad económica del mundo, sino también un imperativo moral para asegurarnos de no dejar a nadie atrás.