ARTICULISTAS INVITADAS
MARTHA DELGADO* y YANERIT MORGAN**
El mundo enfrenta una situación sin precedentes. La pandemia del coronavirus tiene un impacto incuantificable que afecta de manera desproporcionada a las mujeres.
Las desigualdades estructurales se hacen más agudas en los momentos de crisis, mientras las situaciones que viven siguen siendo invisibilizadas y desatendidas.
Son las mujeres quienes están en la primera línea de vulnerabilidad en esta emergencia. En México, de las personas que se dedican a la enfermería, 79 por ciento son mujeres.
Las mujeres llevan también una carga adicional en las medidas de contención de la epidemia, en particular en la política de quedarse en casa, al ser ellas quienes realizan las tareas domésticas y de cuidado de la familia.
En México, las mujeres hacen 76.4 por ciento del total de labores domésticas y de cuidados. Un tema de particular preocupación es su seguridad en el entorno familiar. En el mundo una de cada tres ha sido víctima de violencia, muchas por parte de sus parejas. Ante las actuales circunstancias, corren un alto riesgo de ser violentadas en sus hogares.
Asimismo, en México más de 9 millones de hogares tienen al frente a una mujer jefa de familia, varias viven del empleo informal. También corren un gran riesgo las 1.9 millones de mujeres que se dedican al trabajo del hogar.
Estas cifras que se reproducen en todo el mundo reflejan que las mujeres están en el centro de la crisis. Este es un tema que ha sido destacado por diversas agencias de la Organización de las Naciones Unidas, como ONU Mujeres, la Organización Internacional del Trabajo y la Organización Mundial de la Salud.
En su llamado a apoyar a los más vulnerables, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, se dijo consciente del fuerte impacto que la crisis está teniendo en las mujeres del mundo en muchos frentes, en particular las pérdidas de medios de subsistencia, el aumento de las cargas del trabajo sanitario no remunerado y el incremento de la exposición a la violencia doméstica.
A pesar de ello, son pocos los países que como México han incluido este enfoque en las políticas de atención a los efectos de esta pandemia y en las estrategias de recuperación que vendrán más adelante.
Hay acciones que son urgentes y esenciales: mantener los centros de apoyo a las mujeres víctimas de violencia y los números de emergencia que se han puesto a su disposición en el país.
Promover la importancia de la distribución del trabajo doméstico y de cuidados entre todos los integrantes de la familia, aliviar el impacto económico de las mujeres que trabajan en la informalidad y las jefas de hogar, prestar servicios de salud sexual y reproductiva, y cuidar a las mujeres embarazadas.
Estas medidas son parte del planteamiento del gobierno de México para atender la contingencia con perspectiva de género. Las mujeres también deberán estar al centro de los planes de recuperación y de las acciones colectivas que se emprendan.
Esta crisis deja en claro la necesidad de acelerar nuestros esfuerzos para lograr la igualdad de género como parte de la solución estructural que se requiere en un mundo que está siendo sacudido y nos llama como humanidad a rectificar el camino.
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*Subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la SRE. Twitter: @marthadelgado
**Secretaria ejecutiva del Foro Generación Igualdad