Museo de la Ciudad Tampico

  • Taller Sie7e
  • Martha Izaguirre

Ciudad de México /

Siempre he pregonado que la presentación de un libro es para una ciudad un muy importante motivo de celebración, ya que refleja, en el autor y en el público lector, a una ciudadanía pensante y sensible, capaz de crear y de compartir, debatir y acordar, comunicar, crecer, construir cultura. 

Hoy sumo a esos momentos cumbre de celebración la reciente inauguración del Museo de la Ciudad Tampico.

Finalmente el hermoso edificio de la antigua Casa Fernández se transforma en un libro donde leernos, y a partir de ahí consolidar y transformar nuestra identidad presente, y futura, porque la Historia es viva, y sus renglones cambian como cambia el paisaje de las nubes en el cielo, movidas por los vientos.

Valoremos cómo el Pasado histórico, la Naturaleza lagunar, fluvial y marina, y la Cultura comunitaria, son la plataforma de la identidad actual de Tampico, por ello la importancia de su cuidado y protección.

El Museo de la Ciudad es un ejemplo de que se puede extraer nuevos territorios desde la ciudad que ya existe, sin sucumbir a la mercadotecnia de fabricar ciudades maqueta, copia de lo que en otras latitudes es llamativo.

No tenemos que parecernos a otros sino ser la mejor versión de nosotros mismos.

Lo que aquí ya existe, requiere ser exaltado, dignificado, protegido, y ponerlo al servicio del bienestar de las personas propias y visitantes.

Tampico lo ha hecho ya en sus mercados y áreas públicas, y hoy con el nuevo Museo de la Ciudad.

Todo acto que modifica y define a una ciudad es, además de político-económico, un acto de impacto social, cultural y ambiental.

Hago un llamado a los gobernantes y a la sociedad, para que la Laguna del Carpintero sea también exaltada, dignificada y protegida como un valioso espacio natural-cultural-comunitario, redireccionando el proyecto, no permitiendo la instalación de restaurantes ni bares, ni la construcción de hoteles o acuarios, que la convierten en una plaza comercial y parque de diversiones, destruyendo sus atributos.

Visitemos el Museo de la Ciudad Tampico; no conozco aún su propuesta museística, se me antoja recorrerlo y conversar con los objetos de la memoria que ahí se resguardan.

Abramos la lectura a su mundo interior, con un corazón limpio, y una mirada limpia.

¿De qué otra manera puede darse un primer paso hacia el mejor de los futuros?


Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.