No todos los niños son felices -Parte 1-

  • Taller Sie7e
  • Martha Izaguirre

tampico /

El 21 de Febrero del 2022, el periódico anunciaba en su nota principal: “Abrirán en Tamaulipas la primera Casa Hogar para huérfanos del Covid-19”. En la entidad se estima que unos tres mil menores han perdido a sus madres por coronavirus. El proyecto se llama “Casa Hannia” y lo realizará la asociación civil “Por ti y Contigo por la Salud”. En su primera etapa el proyecto buscará atender a 30 menores en la zona sur de la entidad.

El tema avivó en mí el recuerdo de otra nota de primera plana leída en 2014: Hablaba de los miles de niños huérfanos por la ola de violencia que se recrudeció desde el año 2008 durante diez años, y perdura hasta la fecha. En el 2021 DIF Estatal declara que atiende a 3,097 niños, niñas y adolescentes en situación de orfandad a consecuencia de los delitos de alto impacto.

Estiman las cuentas oficiales 6,000 huérfanos para el estado tamaulipeco: huérfanos de la delincuencia, de feminicidos y del covid; además, están los huérfanos de los accidentes y enfermedades, los de la violencia intrafamiliar, y los huérfanos del desamor. Su existencia crea la necesidad de lo hoy conocido como “Casa Hogar”.

En una primera - y primaria - reflexión, pensemos cómo la sociedad cambia bajo el influjo de la realidad. Hoy se instalan espacios de cohabitación colectiva de grupos humanos clasificados: Casa de niños en circunstancia “A” o “B”, Casa de ancianos, de personas solas, de parejas en retiro, de jóvenes, de enfermos, de Credo x ó y… entre otras; al parecer siguiendo el modelo de las originarias Casas de presos y Casas de enfermos mentales, que se plantearon como solución social y moral a la realidad de su momento.

Esas cárceles y pabellones psiquiátricos, ¿Cómo modificaron a sus habitantes? ¿Cómo modificaron la forma de ser y vivir de toda la sociedad? ¿Cómo modificarán el mundo los que hoy habitan en subgrupos de circunstancias comunes?

¿Qué fruto cosecharemos de los modelos de hospedaje en congregación, con o sin diversidad, que planteamos ante la realidad de hoy, y del futuro posible?

¿Cómo resolverá la sociedad, la política, o cada uno de nosotros, la modalidad de vivienda, de acompañamiento, de cuidados, de propósitos, cuando la realidad nos segregue como una de sus partes organizadas? _

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