Por un 2025 amigable y armónico

  • Taller Sie7e
  • Martha Izaguirre

Tamaulipas /

Es principio de año, no queda de otra que ponerse en positivo, pese a los malos pronósticos y a las tristezas ocurridas, pero gracias al amor recibido y los logros obtenidos.

En la última conferencia empresarial del año que cerró, nos invitaban a poner orden en nuestros ámbitos productivos para evitar sufrir consecuencias adversas a nuestra tranquilidad y nuestro bolsillo, admito que me aportó conocimiento, aunque también una especie de agobio de las grandes responsabilidades de un empresario.

Pensé: faltó llegar a la parte motivacional, a la del cómo sí se puede lograr paso a paso de manera accesible. Faltó llegar, pensaba yo, a la regla del 80-20, conducirnos a ese 20% de acciones que impactarán al 100% del sistema.

Esto de los números proporcionales sí funciona, por ejemplo, el 70-30 es muy representativo de la distribución de riqueza, servicios, educación, etc. en nuestra ciudad y país, 70% no lo tiene y 30% sí, funciona para casi cualquier necesidad social.

Volvamos al tema. Ese 20% estratégico está en lo “amigable” de los métodos y herramientas de eficiencia, eficacia y calidad (diríamos lo accesibles que son para su entendimiento y aprovechamiento) y en la “armonización” que con ellos se ensambla.

Son las dos cualidades que debemos buscar o hacer evolucionar en nuestro sistema empresarial y de vida personal. Las acciones deben ser prácticas para todos y deben armonizar al todo. Me voy a quedar con esta frase para mi lema del 2025.

La vida personal, como las empresas, también requiere orden, aventura y estrategia.

Ante ideologías pregonando que debemos vivir mejor con menos, debemos entender (porque conviene así, y no porque así lo digan) que ese menos, no es perder lo logrado, o aspirar a poco, sino activar ese poderoso 20%, de actitud y acciones, enfoque y compromiso, que dará el 80% más, que es lícito tener y obtener a todos y cada uno en el país que sea.

Mucha importancia se ha dado a lo emocional, al estrés, al pensamiento, a la respiración, la naturaleza, el ejercicio, el arte, la capacitación, la actualización, la movilidad tecnológica. Ahí están las oportunidades para el diario vivir.

Los problemas enormes o pequeños, salvables o insalvables, pertenecen a una empresa llamada vida, que tiene como fin la bondad, el goce del bienestar y el crecimiento integral. Con esos objetivos universales, el trabajo y el hogar son un mismo lugar, y las personas las mismas personas, en la banqueta, la fábrica o el comedor de su casa, ¿recuerdan cómo?: amigables y armónicos.


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