Existe una correlación directa entre la pobreza y desigualdad en un país, con la inseguridad. La derecha en México, entiéndase el PRIAN, nunca ha entendido esto. No solamente han mostrado un clasismo e insensibilidad tremenda hacia las personas que no han tenido sus derechos garantizados, sino que tampoco han entendido que la seguridad va de la mano de la justicia. O logramos que nadie viva en la pobreza, o seguiremos viendo los muy lamentables índices de violencia.
Este sexenio ha sacado a más de 9 millones de mexicanos de la pobreza. De 55.7 millones de pobres en el 2018, se ha reducido a 46.8. Aún quedan muchos en el rezago económico y social, pero existe una muy buena noticia, la transformación continuará. Las bases que estableció el presidente Andrés Manuel López Obrador continuarán en el tiempo, con el toque muy particular de la doctora Claudia Sheinbaum Pardo.
Justo mañana inicia la campaña hacia la Presidencia de México. La candidata puntera en todas las encuestas es Claudia Sheinbaum, con un margen entre 25% y 38% de ventaja sobre su competidora más cercana. Nunca en la historia de nuestro país hemos estado en la coyuntura donde es más que evidente que llegará al cargo político de mayor importancia una mujer. Y no cualquier mujer, sino una mujer académica, científica, investigadora, luchadora social, y política de resultados, que en cinco años de gobierno en la Ciudad de México logró reducir los delitos de alto impacto en 58%.
¿Cómo logró esto? Con un cuerpo de seguridad profesional y ético, bien coordinado con una Fiscalía eficaz en la persecución de los delitos. Atendiendo a los jóvenes, a los trabajadores, a las madres solteras, a las madres trabajadoras, a los adultos mayores, a los estudiantes.
La escalada histórica de violencia en nuestro país vino aparejada por el aumento de la pobreza y la desigualdad. Mientras unos cuantos multimillonarios en nuestro país se enriquecían ordenándole políticas públicas y contratos para su beneficio a Fox, Calderón y Peña Nieto, millones se hundían más en la pobreza y la violencia aumentaba. De 8 mil 800 muertes al año en 2006, en 2018 López Obrador recibió un país con 36 mil 200.
A diferencia de las políticas públicas del pasado basadas en el clasismo, basadas en no entender que la violencia no se resuelve con más violencia, sino atendiendo las causas que la originan. Ahora ya estamos en la ruta de transformación hacia un país próspero y de bienestar. El pueblo de México nunca ha estado tan despierto e involucrado en los asuntos públicos, y por esta razón elegiremos que continúe la 4T, con el liderazgo de una gran mujer: Claudia Sheinbaum.