Los flujos migratorios crecen y crecen desde 2021. ¿Estaremos, México y Estados Unidos, a la altura del desafío que representa la gestión de este hito, la seguridad de las personas migrantes frente al crimen organizado y la protección de sus derechos humanos, así como también la seguridad de ambas naciones?
El siglo empezó con cifras nunca vistas en materia de detenciones en la frontera sur de EU. En total, de 2000 a 2005 las autoridades estadounidenses realizaron 7 millones de detenciones en su frontera sur, con un promedio de un millón 166 mil por año. Desde entonces no habíamos vuelto a tener cifras semejantes.
De 2006 a 2010 las cifras de las aprehensiones de migrantes en la Unión Americana fueron a la baja. En ese periodo llegaron a 3 millones 624 mil, para un promedio anual de 724 mil, en tanto que en la década 2011-2020 ascendieron a 4 millones 327 mil, para un promedio de 437 mil por año.
A partir de 2021 las cifras subieron dramáticamente: en ese año, un millón 734 mil, cifra histórica; en 2022, 2 millones 378 mil, nuevo récord; y dadas las cantidades ya registradas en los primeros once meses del año fiscal 2023 de EU, se puede estimar que en este año la cantidad ascenderá a 2 millones 400 mil detenciones, una nueva marca histórica.
En esa dinámica estamos ahora: en 2022 se rompieron todos los récords de la migración hacia México y EU, y en 2023 se romperán todas las marcas de 2022.
Por ejemplo, el año pasado las autoridades mexicanas detuvieron a 444 mil personas migrantes y se puede prever que en 2023 la cifra se colocará en 476 mil. Solo como referencia, en 2018, la cifra fue de 131 mil.
Si bien las cifras son dramáticas, al estudiar la composición de los flujos, la preocupación crece. Por ejemplo, que ahora más que nunca los migrantes viajan en familia. En 2022, 560 mil personas que iban en unidades familiares fueron aprehendidas en EU. Esta cifra, sin precedente, será superada en 2023, cuando la detención de personas en unidades familiares será de 760 mil, un incremento de 35 por ciento, debido a que cada vez son más los migrantes cuya prioridad no es buscar trabajo sino pedir asilo. Como antecedente, en 2018 solo se detuvo a 161 mil migrantes que viajaban en unidades familiares.
En la cifra de detenciones de migrantes en México también hay revelaciones internas en los flujos: en 2018, el Instituto Nacional de Migración detuvo a 29 mil migrantes menores de 18 años; entre enero y agosto de 2023 los menores de 18 años ya son 48 mil, cantidad que para final del año puede proyectarse a 72 mil.
De esta cantidad, 70 por ciento, casi 50 mil, serán de entre 0 y 11 años; en 2018, los menores de 11 años fueron 15 mil.
Por todo ello, México y Estados Unidos, además de gestionar los actuales e inéditos flujos migratorios, enfrentan, entre otros retos, los desafíos de cómo atender cientos de miles de solicitudes de asilo, cómo garantizar seguridad para las personas migrantes que viajan solas o en unidades familiares, y cómo brindar protección, y acaso viabilidad de vida, a cada vez más niñas y niños que están llegando en edades insólitamente tempranas.