Plan mexiquense de movilidad

Ciudad de México /

El Derecho a la Movilidad implica nuestra libertad de tránsito y para ejercerla individual y colectivamente requerimos disponer de medios y canales accesibles, por tierra, mar o aire, lo mejor regulados posible. Es simultáneamente efecto y causa para ejercer esa la libertad.

El lunes pasado la Maestra Delfina Gómez Álvarez, Gobernadora del Estado de México presentó su extraordinario y ambicioso Plan de Movilidad, que amplia lo anunciado en el Plan Colibrí de Movilidad, a cargo del Secretario de Movilidad, Daniel Sibaja, de talento y sensibilidad social. Las acciones presentadas son muy relevantes porque atienden a una problemática varias veces señalada, pero siempre rebasada por la impunidad, la corrupción y la ineficiencia.

Padecemos un ambiente añejo de deficiente e insuficiente planeación del sistema de transporte público, con baja cultura vial y efectos graves sobre el medio ambiente. En breve plazo han identificado las áreas de oportunidad para atender algunos de los problemas más sentidos por la mayoría de la población y mejorar nuestra calidad de vida, principalmente urbana.

En este Gobierno se percibe la reivindicación del Derecho a la Movilidad que requiere de la alianza, auténtica, entre autoridades y transportistas que coincidan con este propósito, rumbo a un Plan Maestro Metropolitano de transporte y vialidades. Así como de medidas de regularización de grúas y corralones, protección peatonal, ciclopistas, y estacionamientos, principalmente para liberar vialidades.

Abundan las necesidades, demandas y aspiraciones: erradicación del transporte irregular e ilegal; unidades adecuadas, limpias y funcionales; operadores capacitados con actitud de servicio; registro actualizado y veraz de unidades, propietarios y operadores; monitoreo de funcionamiento de rutas y transportes; supresión de la corrupción; eficiencia energética y abatimiento de la contaminación; armonizar servicios concesionados con rentabilidad justa y oportuna; aprovechar las economías de escala para suministro de insumos y sustitución de unidades; eliminar violencia y delincuencia a bordo del transporte público; evitar maltrato de los conductores hacia los pasajeros y conductas agresivas a los demás automovilistas, entre otras.

Los subsidios a los transportistas muestran la disposición para que los transportistas regularicen las concesiones, sin corrupción y como aliciente para lograr acuerdos que atiendan su problemática. El sacrificio fiscal deberá mejorar el servicio.


  • Mauricio Valdés
Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.