El Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá fue firmado por los tres países, sólo resta la ratificación de los congresos de los tres países para que formalmente entre en operación. México exporta manufacturas, las cuales son producidas por empresas trasnacionales ubicadas en nuestro país, pero existen miles de productores mexicanos que cada día exportan miles de toneladas de tomate, acero y atún. La importancia de la firma es que garantiza confianza a los inversionistas mexicanos y extranjeros, y es que el comercio con los Estados Unidos es uno de los más importantes para la economía mexicana.
En varios encuentros académicos he señalado que no basta la firma de tratados comerciales, es necesario el aprovechamiento de los mismos a través de la generación de productos que tenga como esencia la incorporación de valor agregado, esto es, productos que tengan nuevas innovaciones y el desarrollo de nuevas tecnologías, de lo contrario estaremos vendiendo productos primarios y comprando productos con alto nivel tecnológico. La firma del tratado implica para México confianza, pero bajo la condición de que Estados Unidos no siga imponiendo barreras no arancelarias al comercio con terceros países, sin embargo, si ello sucediera, México tiene la posibilidad de hacer frente a dichas restricciones con el uso de las reglas de la Organización Mundial de Comercio, con ello tendremos la posibilidad de mantener las condiciones de exportación de los productos mexicanos. Es una buena noticia la firma del T-MEC, pero lo más importante es generar confianza en los productores mexicanos para que estén dispuestos a producir con calidad, eficiencia y productividad sus mercancías.
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