A cinco meses de que concluya la administración de Sergio Salomón Céspedes vale la pena hacer un recuento de lo sucedido desde que asumió el cargo, tras el lamentable deceso del gobernador Luis Miguel Barbosa. El actual mandatario terminará su gestión el 14 diciembre, pero mientras eso suceda está decidido a concluir los proyectos que prometió entregar antes de irse.
Hay obras viales como el nuevo Distribuidor Vial Periférico que permitirá entrar al bulevar Atlixcáyotl, con mayor flujo, pues además de conectar directo a esa avenida, contempla la construcción de un paso a desnivel y otro inferior para darle continuidad al tráfico vehicular.
Esta obra iniciada el mes de marzo tendrá un costo superior a los 250 millones de pesos, pues la idea de Céspedes es no dejar pendientes en cuanto a infraestructura, y darle con eso un sello particular a su gestión.
Otro de los trabajos que se terminarán de aquí a que concluya su mandato, es la construcción de la Ciudad Universitaria (CU2) en terrenos de Valsequillo, que dará cabida a una gran cantidad de jóvenes que no podían acceder a la BUAP por falta de instalaciones.
En ese sentido, se trata de un proyecto cuya inversión supera los mil 500 millones de pesos, y que también se construyó en tiempo récord (poco más de un año) porque así lo ameritaba el caso, ya que dará oportunidades de estudiar a más de 5 mil estudiantes, lo cual es muy loable. En esta gran labor hubo una excelente coordinación entre la rectora Lilia Cedillo y el gobernador Céspedes desde el principio.
También estará operando la nueva sede del Instituto Politécnico Nacional, la cual se encuentra ubicada al sur de la ciudad, y dará la bienvenida a su primera generación el 26 de agosto, esta fecha ingresarán a clases 550 estudiantes de bachillerato y universitarios.
Eso además de las obras que siguen inaugurando en el resto de los municipios, nos da cuenta del cierre del gobierno de Céspedes, que llegó de manera fortuita o inesperada, pero que quiere dejar un legado propio.
En los últimos meses la entidad viene padeciendo una serie de hechos de violencia que tratan de empañar todo este gran esfuerzo. Sin embargo, muchos de esos delitos recaen en el ámbito federal, y por ello habría que reforzar la coordinación entre instituciones.
Si bien no es culpa del gobierno, los políticos que entrarán en unos meses deben entender también que la tranquilidad de los poblanos es más importante que cualquier obra pública por necesaria que esta sea.