De "cuetes" y cohetes

Puebla /

Hace un mes, en una vivienda del municipio de Pesquería, Nuevo León una explosión por pirotecnia dejó un saldo de al menos cuatro personas sin vida, algunos lesionados, así como daños en decenas de viviendas.

A raíz de eso, las autoridades reforzaron la prohibición de los fuegos artificiales, que como en muchos lugares se acostumbra utilizar con frecuencia. El problema no es el uso de la pólvora, sino el mal manejo de ella.

En estados del centro y sur del país es común que ocurran ese tipo de incidentes, porque hay municipios como Tultepec, en el Estado de México, donde sus habitantes se sostienen de eso.

Es una actividad regulada por las autoridades municipales y la Defensa, porque representa un riesgo aún para los que tienen experiencia. La tragedia en Nativitas, Tlaxcala es prueba de la imprudencia con que algunos operan los cohetes.

En marzo de 2013, una camioneta donde viajaba un grupo de personas en una festividad religiosa, detonaron explosivos causando la muerte de 11 personas y al menos 80 lesionados que iban en la procesión.

Es uno de los accidentes fatales más recordados, donde el manejo indebido de estos artefactos causó dolor a decenas de familias en esa comunidad cercana a la capital poblana.

En Puebla durante todo el año, las comunidades tienen sus festejos religiosos, donde los explosivos forman parte de sus tradiciones, por lo que difícilmente dejarán de usarse.

Sin embargo, las autoridades de Protección Civil han intentado convencerlas, pero nadie quiere irse en contra el colectivo que se niega a limitar el manejo de los cohetes.

Por si fuera poco, el fin de año es una costumbre muy arraigada detonar al aire de armas de fuego, otro problema que nadie ha podido resolver. Para rematar, al uso de cohetes, se agrega el abuso en el consumo de alcohol y hay muchos "cuetes" por todos lados.


  • Miguel Ángel Vargas
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